SANTANDER, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional detuvieron el pasado día 8 a un delincuente habitual, FJ.O.G., de 20 años, como presunto autor de doce robos con fuerza en establecimientos comerciales y de hostelería de la zona Castilla-La Hermida, en algunos de ellos hasta en dos ocasiones.
También se le imputa un delito de daños a vehículo policial, ya que el joven, que ingresó en prisión el pasado día 10, se resistió a la detención, insultando y amenazando a los agentes, han informado este viernes fuentes policiales.
El detenido, con diecinueve detenciones anteriores por delitos contra el patrimonio, era buscado por la policía desde el 8 de diciembre pasado, cuando tres de sus compañeros "de fechorías", fueron detenidos al ser sorprendidos por la Policía cuando forzaban la ventana de un supermercado de la calle Castilla.
Entonces, el conocido delincuente consiguió huir después de permanecer escondido toda la noche en el interior del local y ser sorprendido por el propietario a la mañana siguiente, cuando abrió el comercio tras el frustrado robo de esa madrugada.
El pasado 7 de enero fue localizado por una patrulla policial cuando merodeaba por la Plaza de los Cabildos, y consiguió huir cuando el el policía ya le tenia cogido, y logró zafarse al quitarse la chaqueta, quedándose el agente con la prenda, la documentación y el teléfono móvil.
Al día siguiente fue arrestado finalmente por la Brigada de Seguridad Ciudadana, cuando se encontraba en el interior del Juzgado de las Salesas.
La investigación policial se centró en el joven delincuente asentado en el barrio Pesquero, a partir del robo del citado supermercado, por el que fue "plenamente identificado". Así, se esclarecieron once robos más, ocurridos durante los meses de septiembre a diciembre en establecimientos de hostelería, y otro tipo de locales comerciales de Castilla-Hermida.
Se le atribuye también la autoría de un robo ocurrido en diciembre de 2014 en un bar de Marqués de la Ensenada, donde sustrajo la recaudación de una máquina recreativa y un ordenador.
Al día siguiente de su detención, cuando era trasladado de dependencias policiales a su domicilio para tomar parte en un registro, volvió a insultar y amenazar a los agentes, causando destrozos en el interior del vehículo policial que le llevaba.
