SANTANDER, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre de 48 años, J.SJ.N, a su mujer de 46, MJI.V, a su hijo de 19 años, J.J.I, y a su sobrino de 21 años, I.P.I, por, presuntamente, traficar con hachís y marihuana desde su domicilio de Peñacastillo, ubicado muy cerca de varios centros escolares, lo que había generado gran preocupación entre los vecinos.
En el registro realizado en la vivienda que llevó a la detención de los padres y el hijo, el pasado 22 de octubre, los agentes se incautaron de un ordenador, 62 gramos de haschísh, 1.340 gramos de marihuana, útiles para la venta al menudeo de estas sustancias, cinco teléfonos móviles y 872 euros en metálico.
En anexo de la misma se hallaron numerosos dispositivos y efectos relacionados con la instalación y cultivo de marihuana y doce plantas de esta sustancia.
Ninguno de los detenidos poseía antecedentes y pasaron a disposición judicial.
La investigación partió de varias informaciones que apuntaban el domicilio de los detenidos como lugar donde se vendía droga, fundamentalmente por el enorme trasiego de gente, jóvenes en su mayoría, lo que inducía a pensar en un foco de venta de sustancias estupefacientes.
La alarma social que generaba en la zona el trasiego de compradores se acrecentó por la proximidad de varios centros educativos, de donde, al parecer, procedían muchos de sus clientes.
Con las detenciones, se desarticula un punto negro de venta indiscriminada de haschish y marihuana al menudeo, a lo que durante el ultimo año se venían dedicando estas cuatro personas, lucrándose significativamente por el gran volumen de clientes.
Los detenidos compraban en el mercado clandestino el haschísh que más tarde vendían, mientras que de marihuana se autoabastecían. En el lateral de su vivienda tenían un anexo acondicionado para el cultivo, con una elaborada infraestructura de luz, riego, extractores y productos acelerantes para el crecimiento y floración de las plantas.