SANTANDER 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Santander, monseñor Vicente Jiménez, advierte, en una Carta Pastoral con motivo de la Fiesta de la Sagrada Familia, de la "desvalorización" del papel de la familia en la transmisión de la fe a causa de "múltiples factores", y destaca la necesidad de "evangelizarla" para que ocupe "su puesto" en dicha misión.
El prelado presidirá este domingo, 30 de diciembre en la Catedral de Santander, una misa que se celebrará a las 12 de la mañana con motivo de la Fiesta de la Sagrada Familia, día en que la Iglesia también celebra la jornada por la Familia y la Vida.
En una Carta pastoral titulada 'Educar la Fe en Familia', el obispo invita "encarecidamente a todas las familias" cristianas de la Diócesis a que asistan a la Eucaristía de la catedral acompañadas de "todos sus miembros; es decir de los padres, niños y abuelos".
En su escrito pastoral, Monseñor Jiménez destaca que los padres de familia son "los primeros educadores" y testigos de la fe para sus hijos y recuerda que el Hijo de Dios "vivió" también una experiencia de familia con la Virgen María y San José.
La jornada de la "Sagrada Familia y la Vida", se celebra en esta ocasión en el marco del "Año de la Fe" que el Papa inauguró el pasado 11 de octubre con carácter universal en Roma con el fin de impulsar una nueva evangelización; por ello, la jornada de este domingo, se celebra bajo el lema 'Educar la fe en familia'.
DESVALORIZACIÓN" DE LA FAMILIA
Monseños Jiménez indica que en el transcurso de las generaciones, la transmisión de la fe ha encontrado "un lugar natural" en el seno de la familia. Sin embargo, hoy "asistimos" a una "desvalorización" del papel de la familia en la transmisión de la fe a causa de "múltiples factores", afirma.
Tras destacar que "no podemos" dar por supuesto la vivencia de la fe en "muchos hogares cristianos", el obispo subraya "la necesidad" de "evangelizar" a la familia para que ocupe "su puesto en la transmisión de la fe, a pesar de las dificultades y de la crisis de fe por las que atraviesa esta institución, que es la célula de la sociedad", resalta.
En este contexto, el obispo de la Iglesia cántabra y de Mena recuerda que la fe, don de Dios, se "nos infunde" en el bautismo, en cuya celebración los padres piden para sus hijos "la fe de la Iglesia". Por ello, exhorta a ser coherentes con esta decisión del bautismo para que después los padres se comprometan a transmitir la fe a sus hijos.
Los progenitores --dice-- son "los primeros educadores y testigos", por eso la familia cristiana es llamada "iglesia doméstica" porque "manifiesta y realiza" en su seno la naturaleza "comunitaria y familiar" de la Iglesia en cuanto es "familia de Dios".
En esta línea, Monseñor Jiménez destaca en su Carta pastoral que la familia, como "lugar" de catequesis, tiene un "carácter único", ya que es la encargada de transmitir el Evangelio "enraizándolo" en un contexto de "profundos valores humanos".
Añade que sobre esta base humana, luego resultará "más honda" la iniciación de los hijos a la vida cristiana al haber despertado, previamente, el "sentido de Dios". Por ello destaca la importancia de que los padres fomenten "los primeros pasos" para enseñar a orar a sus hijos y de suscitar la educación de su conciencia moral y de su formación en el sentido cristiano del amor humano, concebido como un "reflejo del mismo amor de Dios".
Monseñor Jiménez también destaca que la educación cristiana a los hijos debe ser "sobre todo "testimonial, y no sólo una mera instrucción", y subraya que en esta catequesis familiar resulta "siempre muy importante" la aportación de los abuelos. Su "sabiduría y su sentido religioso" son, muchas veces, "decisivos para favorecer un clima verdaderamente cristiano", resalta el obispo.
En medio de la Navidad, "fiesta de gozo y de salvación", el prelado desea a "todos los diocesanos "una feliz" Jornada de la Familia, teniendo "como espejo y modelo" a la Sagrada Familia de Nazaret.