SANTANDER, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Organizaciones católicas han reclamado este miércoles en Santander que el acceso al trabajo "decente" debe ser, en España, en Europa y en el mundo, una meta "prioritaria" de las políticas públicas y de las organizaciones sociales, empresariales y sindicales.
"Es necesaria la articulación de las políticas en España, en la Unión Europea y en el ámbito de Naciones Unidas de cara a la consecución de este objetivo", han señalado las organizaciones, para quienes es "urgente" la formulación y puesta en marcha de un nuevo conjunto de objetivos de desarrollo internacionales, junto con unas condiciones de ayuda y unas políticas económicas.
Estas demandas forman parte del manifiesto que, con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente, han leído en el Parlamento de Cantabria este mediodía las organizaciones católicas dentro de una jornada de movilización que se viene celebrando cada 7 de octubre desde el año 2008 para demandar justicia social y empleos dignos para todos y todas de modo que, progresivamente, se vayan reduciendo la pobreza y las desigualdades sociales.
El acto, presidido por la presidenta del Legislativo cántabro, Dolores Gorostiaga, y por el presidente de Cáritas Diocesana de Santander, José Luis Arango, se ha centrado en la lectura de un manifiesto firmado por Cáritas, la Confederación Española de Religiosos (CONFE), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Juventud Estudiante Católica (JEC), Juventud Obrera Cristiana (JOC) y Justicia y Paz.
El texto cuenta con el apoyo de más de medio centenar de organizaciones y movimientos de inspiración católica, muchos de los cuales han estado presentes en el Parlamento.
El manifiesto, que comienza con palabras del Papa Francisco defendiendo que el desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, reclama un trabajo decente para todas las personas; una cuestión que debe estar en la agenda política, social, empresarial y personal, además de en la de la Iglesia.
"España no es ajena a la creciente injusticia social, a la creciente desigualdad y a tasas de desempleo muy superiores a la media europea", afirman los firmantes, que se comprometen a trabajar con las distintas organizaciones que promueven el trabajo decente apoyando y difundiendo eventos relacionados con la defensa del trabajo decente en España y en el mundo; y visibilizando y denunciando en los diferentes medios de comunicación la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la pérdida de derechos laborales y sociales que esto supone.
En este sentido, las entidades católicas sostienen que promover y crear un entorno propicio al trabajo decente es "esencial" para enfrentar los desafíos actuales de "creciente injusticia social y desigualdad", reforzando al mismo tiempo la dignidad humana y contribuyendo al bien común.
Por ello aseguran que no pueden dejar sin respuesta el sufrimiento humano resultante tanto de estructuras injustas como del egoísmo de las personas que da lugar a formas de trabajo precario o mal remunerado, del tráfico de seres humanos y de trabajo forzado, de variadas formas de desempleo juvenil y de migración forzada.