SANTANDER, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las proezas del cántabro Vicente Trueba, de Bahamontes o de los ciclistas italianos Bartali, Magni o Coppi han protagonizado una mesa redonda en la que varios expertos han ensalzado las cotas de "adoración" que generaban estos ciclistas clásicos y que superaban al "actual fútbol".
En esta mesa redonda, celebrada ayer en el Ayuntamiento de Colindres dentro de las actividades culturales de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), el escritor y autor del libro 'Arriva Italia', Marcos Pereda, concluyó que, aunque hoy en día "los futbolistas son ídolos, personas a las que quieres tocar, no logran esas cotas de adoración" de los ciclistas clásicos de la primera mitad del siglo XX, ya que "no son personas a las que quieres adorar". Los ciclistas "levantaban más pasiones entonces que el fútbol actual", incidió.
Corredores como Bahamontes que han pasado a la posteridad como figuras legendarias por "realizar grandes gestas, por ser vencedores de algunas carreras pioneras, por batirse en grandes duelos con otros compañeros o por no renunciar a una competición aunque las condiciones meteorológicas fueran absolutamente adversas", apuntó el experto aragonés en ciclismo Ángel Giner, también presente en Colindres.
Recordó que en los últimos tiempos se están consolidando las marchas cicloturistas clásicas con bicicletas antiguas como "homenaje" a aquellos deportistas de los que también destacó, como Pereda, ese "carácter mítico" que les convertía en "ídolos que todo el mundo seguía".
Una idea que, a juicio de José Gutiérrez, moderador del encuentro y profesor del Departamento de Educación de la UC, también "está calando fuerte en Cantabria", donde se organizan varias vueltas al año. "La más importante es la del Retrovisor, que en septiembre cumplirá su tercera edición y que sale desde Solares", subrayó.
Además, recordó que el pasado mes de mayo un grupo de aficionados a la bicicleta rememoraron "una carrera entre Bilbao y Santander que tuvo lugar en 1903 y que fue un desafío de los cántabros a los vizcaínos", una de tantas otras que, "con carácter más privado e informal están proliferando" en la región, dijo.
Iniciativas que miran a un pasado "glorioso para el ciclismo" que el escritor Ángel Neila, participante también de la mesa redonda, recordó centrándose principalmente en el Tour de Francia entre los años 1919 y 1936.
"Una época de grandes cambios tanto en la forma de correr como en la mejor calidad de las bicicletas", apuntó, "donde a partir de 1930 comenzaron a formarse los primeros equipos".
De igual forma, Neila repasó todas las circunstancias "inherentes al germen de lo que es el ciclismo actual", haciendo referencia a todos aquellos "grandes aventureros que corrían por la comida y solo ganaban cuarenta francos al día. Nada que ver con los profesionales del ciclismo de hoy en día", concluyó.