LAREDO 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Cantabria dotará de alumbrado público a las obras de mejora de la carretera de entrada a Laredo, desde la rotonda de Telco hasta Pelegrín.
El alcalde de Laredo, el 'popular' Ángel Vega, transmitió a un representante del Ejecutivo su preocupación por la falta de alumbrado en esta zona, y desde el Gobierno se le prometió una "pronta solución".
Las obras de mejora de entrada a Laredo, desde la rotonda de Telco hasta Pelegrín, comenzaron en marzo.
Los trabajos, que financia la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo, tienen un plazo de ejecución de nueve meses y un presupuesto de licitación de 655.977 euros.
Con esta intervención se dotará a la zona de una acera, que partirá de las rotondas de Telco (concretamente desde la rotonda Este) y concluirá en el cruce entre las calles Duque de Ahumada y San Lorenzo.
El proyecto contempla la eliminación de todas las barreras arquitectónicas existentes, incluidas señales de tráfico y farolas que entorpezcan la normal circulación de peatones y discapacitados por el trazado definitivo de la acera, reubicando dichos elementos en la zona apropiada.
También se ha previsto la reparación completa del vial en toda su longitud, mediante el fresado del aglomerado existente, la extensión de una nueva capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente y el pintado de pasos peatonales, ejes, líneas blancas laterales, señalización horizontal, etc.
Complementariamente, se instalarán imbornales para la recogida de las aguas pluviales, que se conectarán a la red de saneamiento existente y se ubicará una nueva canalización de alumbrado público a lo largo de todo el recorrido para las nuevas farolas, que tendrán 8 metros de altura, instaladas cada 20 metros.
La obra tiene una longitud de 1.625 metros, de los cuales 1.292 metros corresponden a la acera de nueva ejecución.
La superficie total de aceras de nueva ejecución es de 2.422 metros cuadrados.
El alcalde de Laredo puso especial atención en conocer el problema que se podría suscitar en la recogida de aguas propias de la calzada, las cuales podrían ocasionar un problema de estancamiento.
Los técnicos apuntaros las soluciones más adecuadas, entre las que se encontraba el bombeo de las aguas pluviales o los aliviaderos que de forma natural canalizaran el agua a través de los regatos existentes.