SANTANDER 12 May. (EUROPA PRESS) -

La planta de Cementos Alfa en Mataporquera ha conseguido una reducción del 90% en sus consumos de agua mediante una transformación de su sistema de refrigeración que permite reutilizar el agua y ahorrar así en su consumo.

El sistema de refrigeración con el que funcionaba hasta ahora la planta suponía una captación de agua bruta del río Camesa. Después de ser tratado, ese agua se empleaba para refrigerar la maquinaria y, a continuación, se vertía de nuevo al río.

El cambio introducido ha supuesto reemplazar el circuito de tuberías de tal forma que el agua, después de un primer uso, se transporta a una torre de refrigeración, donde se enfría de nuevo. Después, se almacena en unos depósitos de regulación, desde los cuales se puede volver a utilizar.

Según explica la propia cementera en su boletín informativo, con esta transformación del sistema de refrigeración en un circuito cerrado, no sólo se ha conseguido eliminar un vertido, sino que además se ha reducido el consumo de agua en un 90%.

Cementos Alfa acomete actualmente otras mejoras en esta planta de Mataporquera para mejorar la productividad y apostar por nuevos combustibles. Así, la empresa prevé invertir 45 millones de euros a lo largo de este año y los dos próximos ejercicios para "optimizar los procesos de producción, mejorar su posición en el mercado asegurando la competitividad de la empresa y aumentar los niveles de protección ambiental".

OTROS PROYECTOS

En total se pondrán en marcha cinco proyectos, el más destacado el del nuevo molino de cemento, instalación que requerirá una inversión de 14 millones de euros y "además de aumentar la capacidad de producción, permitirá un ahorro energético y una disminución del nivel de ruido y vibraciones".

Otras de las inversiones previstas es la instalación de un tercer silo de cemento y un pantalán en el Puerto de Raos. El presupuesto de estas actuaciones es de 12,5 millones de euros y el objetivo es "aumentar la capacidad de almacenamiento y manipulación y ampliar los tipos de cemento que se pueden almacenar". También contribuirá a "mejorar las condiciones para la exportación".

La empresa destinará otros ocho millones de euros a una instalación para la recepción, almacenamiento y dosificación de los combustibles alternativos y otros tres millones a la construcción de una planta de biomasa. La cementera destaca que la utilización de este componente como combustible del horno permitirá alcanzar una rebaja del consumo de combustible fósil, "lo que supondrá una disminución de las emisiones de CO2, en cumplimiento del Protocolo de Kyoto".

Finalmente, se invertirán otros dos millones de euros en una mezcladora de 3.000 litros de capacidad de almacenaje, con la cual se podrá "incrementar la producción media de 60 tn/h de mortero seco a 180 tn/h".