SANTOÑA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El telecentro de Santoña es el primero que ha adaptado sus instalaciones para el uso de personas con discapacidad. Este edificio fue visitado por el director general de Transportes y Telecomunicaciones, Marín Sánchez, y la alcaldesa de Santoña, Puerto Gallego.
Durante la visita, ambos asistieron a una de las actividades de capacitación tecnológica programadas por el centro de día que, en colaboración con Amica, funciona desde hace un año en la localidad para personas que padecen discapacidades físicas o intelectuales.
Marín Sánchez defendió que "ningún condicionante de las personas puede ser un obstáculo a la hora de acceder a la Sociedad de la Información o a las nuevas tecnologías, y menos aún cuando la técnica permite hoy en día superar estas barreras".
El director general manifestó que con actuaciones como la de Santoña "se pretende que ningún colectivo, ninguno, entre en riesgo de exclusión digital".
Marín Sánchez incidió en que "la acción de la administración tiene que ir encaminada a conseguir que todo el mundo, independientemente de su situación geográfica, de sus condiciones de partida, tenga acceso a los servicios que proporciona en igualdad de condiciones".
"Por eso, tenemos que seguir haciendo un esfuerzo especial en los grupos en riesgo de exclusión digital para intentar que tengan acceso a la Sociedad de la Información en las mismas condiciones que el resto de la población", sostuvo.
Por su parte, la alcaldesa de Santoña, Puesto Gallego, destacó que esta actuación en la localidad ha sido la primera experiencia en la Red de Telecentros de adaptación de los equipamientos al colectivo de discapacitados.
Puerto Gallego indicó que gracias a los nuevos equipos instalados en el telecentro, el colectivo de personas con discapacidad psíquica que asiste al centro de día "puede aprender a usar los ordenadores, a navegar por Internet, a formarse y ocupar su tiempo en actividades de ocio tecnológico".
La actuación de la Dirección General de Transportes y Telecomunicaciones ha consistido en la dotación de seis teclados diseñados para personas con discapacidad, así como de ratones también adaptados, y de software especialmente diseñado para el uso de los ordenadores que facilita la interacción entre usuario y equipo, considerando sus dificultades físicas o intelectuales. La inversión en la adaptación ha sido de más 6.000 euros.