El 10% de los alumnos cántabros sufre violencia continuada, frente a un 16% a nivel nacional, según un estudio

Actualizado: martes, 13 junio 2006 16:00

La Consejería de Educación creará una unidad de convivencia y un observatorio para la prevención de los conflictos escolares

SANTANDER, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

El diez por ciento de los alumnos cántabros dicen sufrir violencia continuada, un porcentaje la Consejería de Educación considera "elevado y preocupante" pese a ser inferior a la media nacional (16%), pero en ningún caso "alarmante". Este departamento ha diseñado una serie de medidas para combatir y prevenir los comportamientos hostiles en las aulas y "romper el silencio" detectado "desde edades tempranas" en los niños ante este tipo de conductas.

También se pretende cambiar la percepción mayoritaria de los docentes de que el clima escolar se ha "deteriorado", pese a que "empíricamente se ha demostrado que esto no es así". Así lo aseguró hoy la consejera de Educación, Rosa Eva Díaz Tezanos, durante la presentación de las conclusiones de una encuesta sobre clima escolar y convivencia en las aulas realizada a 2.500 alumnos y 212 profesores de todas las etapas educativas.

Según esta encuesta, el 79% de los alumnos de los ciclos superiores y el 87% de los docentes valoran como bueno o muy bueno el clima de convivencia en las aulas, y el 60% y 74%, respectivamente, tienen la misma percepción sobre la participación en las aulas. La consejera explicó que "aunque la violencia entre iguales es un fenómeno que se da en cierta medida en todos los tramos, a partir del segundo ciclo de Secundaria disminuye en frecuencia".

La mayoría de los actos hostiles se encuadran en la violencia denominada "esporádica" (insultos, motes, empujones,...), frente a la violencia continua a lo largo del curso, sufrida por el 10-11% del alumnado y que se caracteriza por "una elevada frecuencia de aparición, una duración larga y unos efectos más graves sobre la situación personal, familiar y escolar de quienes la sufren". En el presente curso la Consejería de Educación ha intervenido en 20 casos de acoso escolar, la mayoría en Secundaria Obligatoria (ESO).

Según señaló Díaz Tezanos, el 88% de los encuestados "reconoce" que la frecuencia con que padecen comportamientos hostiles es "escasa o nula" y "sólo" el 8% de los docentes estima que las peleas, insultos o amenazas son "bastante o muy frecuentes" en sus clases. El 50% de los niños de cinco a ocho años no ha sufrido comportamientos hostiles a lo largo del curso, sin embargo, en el último curso de Infantil y primero de Primaria el 31% dice haber sufrido agresiones físicas y el 24% insultos.

La Consejería de Educación saca de estos datos la conclusión de que los niños de cinco y seis años "perciben con una fuerza afectiva y emotiva muy grande" e incluso "como una agresión" actitudes que sin embargo pueden pasar "desapercibidas" para el resto de la comunidad educativa, como los insultos, motes o empujones.

En la ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos, los datos hacen "sospechar" de la existencia de "alguna especie de código implícito de no intervención en asuntos ajenos", ya que el 27% de los jóvenes que observó un episodio de violencia "no hizo nada".

'CODIGO DE SILENCIO'

Otra conclusión del estudio es que a medida que se avanza en las etapas educativas se instaura con mayor intensidad un "código de silencio" que dificulta las acciones preventivas y correctivas. El porcentaje de los alumnos que no comunica a nadie la agresión cuando esta se produce es del 5% en Infantil y Primaria y de un 10% en 4º, 5º y 6º, un dato que no se considera "normal".

En una escala de 10, el 83% de los docentes afirman experimentar un nivel de satisfacción en el ejercicio de su labor profesional superior a la media. Por otro lado, el 70% afirma experimentar alegría en el ejercicio de su labor profesional, aunque también en ocasiones frustración y estrés (25%). En los ciclos educativos superiores los sentimientos negativos (frustración, tristeza, apatía, etc.) se incrementan.

Un alto porcentaje de docentes considera que la conflictividad en las aulas se ha incrementado en los últimos cinco años, sin embargo, "los estudios empíricos parecen no confirmar esta idea", insistió la consejera. Por otro lado, destacó que no existen prácticamente diferencias en cuanto a la existencia de conflictos entre centros públicos y privados concertados, e igualmente no existen diferencias en relación con la procedencia del alumnado.

SOLUCIONES

Las soluciones diseñadas por la Consejería de Educación se centran en la investigación, la prevención, la resolución de los problemas de convivencia "con inmediatez" y la colaboración con otras instituciones. Entre las medidas previstas destaca la creación de un observatorio de la convivencia escolar y la prevención de conflictos y la potenciación de las licencias de estudio para los profesores que investiguen en este área y propongan pautas de trabajo.

Además, se revisará la legislación, en especial los derechos y deberes del alumnado, se elaborarán protocolos de actuación y 'buenas prácticas', se potenciará la acción tutorial, se impulsará una organización flexible de los centros que permita una atención más individualizada a las necesidades de cada alumno, y se creará una unidad de convivencia para dar "respuesta inmediata" a los problemas de conflictividad y acoso escolar.

Esta unidad será la responsable de que se cumplan los protocolos en los centros, actuará como "enlace" de la Fiscalía de Menores "si fuera necesario" y ofrecerá apoyo específico a los profesores y alumnos que hayan sido objeto de violencia o acoso escolar. Asimismo, se apoyará la creación de comités de mediación en los centros.