El 57% de las empresas cántabras teme más la competencia interna que la de los países asiáticos, según la Cámara

SANTANDER, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El 57,4% de las empresas cántabras señala el mercado interior como el principal foco de competencia. Así se pone de relieve en el informe 'La competencia geográfica empresarial', que ha sido elaborado por la Cámara de Comercio de Cantabria a partir de una encuesta a más de 550 empresas, de todos los tamaños y sectores.

No obstante, el 95,7% de las empresas de la región se considera en condiciones de afrontar la competencia de otras áreas geográficas, porcentaje que se eleva al 100% en el sector de la construcción y se rebaja a un 86% en la industria.

Los países de la Unión Europea anteriores a la ampliación son el segundo origen de competencia para las empresas cántabras, con un 10,3% de respuestas, mientras que los países asiáticos son señalados como fuertes competidores por el 8,8% de las empresas encuestadas. La competencia del resto de Europa supone un obstáculo para un 3,2% y Marruecos, Túnez y resto de África para un 1,5%.

La competencia en precio es la más significativa para todas las empresas cántabras, especialmente en las que admiten dificultades para competir adecuadamente. Así, el 44,4% considera importante este tipo de competencia, porcentaje que se eleva a más del 90% entre las que tienen dificultades para competir.

La aparición de nuevos productos o servicios más avanzados tecnológicamente es el siguiente tipo de competencia que más afecta a las empresas cántabras. Se trata de un factor que afecta al 6,2% de las empresas de Cantabria.

Los tipos de competencia menos importantes son la mayor calidad o mejor servicio asociado al producto (interfiere en la actividad de un 4,5% de las empresas) y la copia o imitación de marcas o diseños, que afecta sólo a un 2%.

Según el informe de la Cámara, aunque la competencia en precio es la más señalada por las empresas, esa forma de competir es más intensa en las empresas que afirman que el origen principal de su competencia son los países de Asia y África.

La competencia en calidad o servicio asociado y la que incide en la oferta de productos novedosos y tecnología avanzada procede, principalmente, de la UE-15 o del mercado interno. A su vez, la copia e imitación tienen especial relevancia en productos o servicios procedentes de los países en desarrollo.

SECTORES

Por sectores, industria y comercio son las actividades en las que más se nota la competencia procedente de Asia, como lo atestiguan el 20,8% de los empresarios cántabros consultados en ambos sectores. Los productos fabricados en países como China o India, con unos costes más reducidos y unos precios más competitivos, están ejerciendo una fuerte tensión en estos sectores.

Además, en el sector comercial están proliferando establecimientos especializados en la venta de productos procedentes de estas zonas geográficas. No obstante, tanto uno como otro siguen experimentando mayor competencia del mercado español, según afirman el 83% de las industrias cántabras y el 72,8% de los establecimientos comerciales de la región.

La mayor presión competitiva a la que tiene que hacer frente la construcción cántabra procede, en un porcentaje muy alto, del mercado interno. Un 54% de los empresarios encuestados así lo señala. Otro 17,3% de los constructores consultados menciona la competencia de los países de la Unión Europea antes de la ampliación.

Por su parte, el 6,2% de las empresas de hostelería ven también en el mercado español su mayor foco de competencia, al igual que el 59,8% de las empresas de otros servicios, en los que están incluidos los transportes, comunicaciones o consultoría.

Finalmente, Industria y otros servicios son los sectores cántabros que se ven más afectados por la competencia en precios que se ejerce sobre sus productos. Así, un 78,3% de las industrias consultadas y un 63,6% de las empresas de otros servicios sitúan este factor entre los más determinantes. Este último sector tiene que hacer frente también, en mayor medida que otros sectores, a la aparición de servicios y productos novedosos o de tecnología más avanzada que presionan sobre su oferta.

Por otro lado, la construcción tiene que enfrentarse, más que el resto de los sectores, a la mayor calidad o mejor servicio de la competencia.