El acusado de violar a una joven en el Parque del Agua es identificado por ésta durante el juicio

Los peritos forenses encontraron trozos de "hierbas y hojas secas" en los genitales de la mujer

Europa Press Cantabria
Actualizado: miércoles, 31 mayo 2006 16:11

SANTANDER, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Moussa A., acusado de violar a una joven en septiembre de 2004 en el Parque del Agua de Santander, fue identificado por ésta como su agresor durante el juicio que se celebró esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

El procesado, un camerunés con estancia ilegal en España, se declaró "inocente" de los cargos que le imputa la Fiscalía, que ratificó los diez años de cárcel que solicita por un delito de agresión sexual con "violencia e intimidación".

Por su parte, la acusación particular también elevó a definitiva su petición de ocho años de cárcel e indemnización de 6.000 euros a la víctima, idéntica cantidad que pide la fiscal, mientras que la Defensa solicitó la libre absolución de su cliente.

Mientras que el acusado negó que haya estado nunca en el interior del Parque del Agua (ubicado por detrás de la sede del Parlamento regional), la joven, de 25 años de edad, le reconoció, a través de la ranura de un biombo y entre lágrimas, como el hombre que la penetró "dos veces" en un zarzal a la que llevó "a rastras".

Según relató la mujer, sobre las 15 horas del 29 de septiembre de 2004, se encontraba tomando el sol en una toalla en el Parque del Agua cuando un hombre "de color" se le acercó para pedirle un cigarro y entablar conversación, al que "repitió" en varias ocasiones que "por favor se fuera".

El hombre, siguió hablando, y según la joven, le dijo que "era camerunés" y le enseñó un papel que hacía referencia a "un comedor" de "unas hermanas" --las Hermanas de La Caridad--, donde le dijo que iba a comer.

Luego se marchó, pero volvió al rato, amenazándola con "matarla" si gritaba, y arrastrándola a unas zarzas donde la penetró "dos veces", pese a la resistencia de la joven.

Los médicos forenses certificaron las "numerosas erosiones" que tenía la mujer en nalgas, piernas y muslos, y que se encontraron "fragmentos de hierbas y hojas secas" en los genitales, si bien la exploración no fue "determinante" del todo para concluir una agresión sexual.

LE RECONOCIÓ POR LOS DIENTES PALETOS

La joven indicó que del rasgo físico del agresor que más se acordaba era de que tenía los dientes paletos "uno más grande que el otro", rasgo que la ayudó a identificarle en el reconocimiento fotográfico que realizó ante la Policía.

La fiscal indicó que fue determinante el documento que el presunto agresor llevaba, sellado por las Hermanas de la Caridad, puesto que en la investigación las religiosas apuntaron a que pudiera ser él, dado que hacía meses que ya no acudía al comedor de beneficiencia.

Según los peritos psicólogos, la mujer sufrió un "síndrome de estrés agudo", que es "típico en las víctimas de delitos contra la libertad sexual".

Además, informaron que la mujer ya tenía con anterioridad diagnosticado un cuadro de depresión con carácter "crónico", que le había producido una minusvalía para trabajar "del 67 por ciento", lo que no interfiere en la "percepción" de la realidad.

Por su parte, las peritos del Instituto Nacional de Toxicología, que declararon por videoconferencia, aseguraron que no se encontraron restos de semen en la vagina, si bien no es concluyente para saber si hubo o no penetración.

En los informes finales, la Fiscalía concluyó que existen "pruebas suficientes" para imputar al procesado el delito de agresión sexual, a lo que se une el "relato de los hechos pormenorizado y carente de contradicciones" realizado por la víctima, quedando el caso visto para sentencia.

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