SANTANDER, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado una condena de año y medio de cárcel y multa de 300 euros a un hombre que intentó vender comprimidos de Trankimazin entre los clientes de una papelería y, más tarde, a las puertas de un colegio.
Según se explica en una sentencia, conocida este viernes, los hechos ocurrieron en abril del año 2009 cuando el acusado, J.L.V.D., entró en una papelería de la calle Antonio Mendoza, en Santander, ofreciendo a las personas que estaban allí comprimidos de Trankimazin.
Al expulsarle del local, se dirigió a un colegio cercano y empezó a ofrecer las pastillas a los niños, así que se alertó a la Policía. Cuando llegaron los agentes se incautaron de 50 comprimidos de Trankimazin valorados en unos 250 euros.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander condenó al acusado en julio de 2010 a un año y medio de prisión y al pago de una multa de 300 euros por un delito contra la salud pública.
El procesado recurrió ante la Audiencia pidiendo la absolución o, en todo caso, una reducción de la condena, que consideraba "desproporcionada".
En la sentencia conocida ahora, la Audiencia rechaza ambas pretensiones. Por un lado, niega que no haya prueba de cargo suficiente para una condena, como alegaba el acusado. En este sentido, recalca que el propio J.L.V.D. reconoció que los comprimidos eran de su propiedad, y las declaraciones de los testigos ratifican que intentaba venderlo.
Y en cuanto a la pena fijada, la sala considera que es "proporcionada", porque los hechos revistan "entidad y gravedad".
