Atentado.-ETA actúa por segunda vez en 24 horas en Cantabria, con un artefacto de unos 3 kilos bajo el viaducto de Ontón

Actualizado: jueves, 9 marzo 2006 20:57

La banda coloca otro explosivo en Navarra y alerta de más en carreteras hacia País Vasco, coincidiendo con la huelga de Batasuna

SANTANDER, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Apenas 24 horas después de que un artefacto explosivo estallara ayer en la sede del Movimiento Falangista Español en Santoña, ETA volvió a elegir Cantabria como objetivo de sus acciones, colocando un nuevo artefacto, con "no más" de tres kilos de explosivo, bajo el viaducto de Ontón, en la Autovía del Cantábrico, obligando así a interrumpir temporalmente el tráfico por esta vía que diariamente utilizan numerosos conductores para ir a trabajar al País Vasco.

La explosión, que causó un 'socavón' de unos dos metros en el punto en el que estaba colocada, en un camino vecinal junto a uno de los pilares del viaducto, coincidió con el aviso de la colocación de otros tres artefactos en otras tantas carreteras que conectan distintas provincias con el País Vasco y Navarra, en una jornada en la que Batasuna había convocado una huelga por la muerte de dos terroristas en prisión.

El atentado de Cantabria, en el que no se registraron heridos y los daños son prácticamente "inexistentes", se produjo a las 8,10 horas de la mañana, después de que una mujer, hablando en euskera, avisara a la DYA de Guipúzcoa, a las 6,45 horas, de la colocación de cuatro bombas en carreteras de Zaragoza, Navarra, Burgos y Cantabria, ésta última entre los puntos kilométricos 140 y 142 de la A-8, y que podrían detonar entre las siete y las nueve de la mañana.

Al igual que en Cantabria, el artefacto colocado en Navarra llegó a explotar. Fue en el kilómetro 83 de la N-111, que une Pamplona y Logroño, a la altura del término municipal navarro de Viana. Era un artefacto de "pequeña magnitud", que no causó daños materiales más allá de un socavón de un metro de diámetro. Tanto en este caso, como en el de Cantabria, la circulación por ambas vías quedó restablecida una hora después de las explosiones.

Respecto a los otros dos avisos, los artefactos que supuestamente debían estallar entre los kilómetros 247 y 245 de la A-68, que une Pamplona y Zaragoza, y entre los 74 y 76 de la AP-1, que comunica Vitoria y Burgos, de momento no han sido localizados.

En Cantabria el tráfico se cortó en la A-8 en las dos direcciones y se restableció a las 9,10 horas. Tras la explosión, los TEDAX analizaron la zona para descartar la posibilidad de que pudiera haber otros artefactos, y analizaron los componentes de la bomba, que estaba colocada en una rampa de piedra y tierra en la que ha quedado un agujero de unos dos metros.

Por su parte, la Demarcación de Carreteras inspeccionó todo el viaducto y no encontró "ninguna grieta que pudiera producir alarma", según explicó el delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez, quien matizó no obstante que se estaba analizando la estructura "todavía más en profundidad" para descartar cualquier tipo de daño.

SEIS ACCIONES EN AÑO Y MEDIO

Con esta segunda aparición de ETA en 24 horas en Cantabria ya son seis los atentados cometidos por la banda en la región en algo más de año y medio y 33 el total de las acciones de ETA en la región. Hoy el escenario fue la localidad de Ontón, perteneciente al Ayuntamiento de Castro Urdiales y limítrofe con el País Vasco y ayer fue la villa de Santoña, también en la zona oriental.

Exceptuando el atentado de hoy y la explosión de ayer en Santoña, la acción más reciente de la banda en Cantabria se remonta tres meses atrás, al día de la Constitución del pasado 2005, cuando la banda colocó dos lanzagranadas apuntando hacia el aeropuerto de Parayas que, sin embargo, no llegaron a activarse.

Entre las más recientes, además de la amenaza por lanzagranadas que obligó a desalojar el aeropuerto de Parayas y mantenerlo cerrado durante casi cuatro horas, destacan tres artefactos de pequeña potencia que estallaron entre agosto y diciembre de 2004 en San Vicente de la Barquera, Santander y Santillana del Mar.

El primero de ellos, en San Vicente, estalló a mediodía el 7 de agosto de forma paralela a otro artefacto colocado en la localidad asturiana de Ribadesella, y sólo afectó a un arbusto.

En cuanto al explosivo colocado en Santander ese mismo mes de agosto, estalló en el Paseo de Pereda, la tarde del jueves 12. Tampoco hubo heridos, pero en este caso se produjeron daños materiales en varios vehículos que se encontraban aparcados en la zona, sobre los que se desplomó una quima de un árbol. Ese mismo día, diez minutos después del artefacto de Santander, estalló otro en la playa de San Lorenzo, en Gijón.

Por su parte, la explosión de Santillana del Mar del día de la Constitución de 2004, que fue simultánea a otras seis detonaciones en otras tantas localidades españolas, se produjo a las 13.30 horas en una caseta de madera de información turística instalada en el aparcamiento de la plaza del Rey e hirió a una niña de 7 años y una mujer de 68, que sufrieron heridas leves.

PARAYAS Y OTROS OBJETIVOS

Un año después, el 6 de diciembre del pasado 2005 ETA intentó atentar de nuevo, en este caso contra el aeropuerto de Parayas. Los lanzagranadas no llegaron a activarse y no fueron encontrados hasta días después. Estas mismas instalaciones fueron objeto de otra acción de la banda el 27 de julio de 2003, fecha en la que ETA hizo estallar un coche-bomba en el aparcamiento de Parayas, sin causar víctimas aunque sí importantes daños materiales.

También en 2002 Cantabria fue objetivo de los terroristas en más de una ocasión. En concreto, el 22 de junio de dicho año la banda colocó un coche-bomba frente al edificio de Ministerios, en Santander, causando varios heridos leves, y el 3 de diciembre del mismo año hizo estallar otro coche-bomba cargado con 35 kilogramos de explosivo en el aparcamiento de la plaza de Alfonso XIII, también en la capital cántabra, sin víctimas mortales.

El atentado más grave perpetrado por la banda en territorio cántabro fue el cometido el 19 de febrero de 1992 en Santander, cuando un coche-bomba explotó al paso de un coche de la Policía matando a Eutimio Gómez, Julia Ríos y Antonio Ricondo, e hiriendo a 21 personas.