Un vez se reglamente, la actividad estará sometida a licencia y se estudia establecer "cotos micológicos"
SANTANDER, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, quiere regular y potenciar el aprovechamiento micológico para que se lleve a cabo de forma "sostenible y respetuosa" con el medio natural, acompasando su uso recreativo con la creación de empleo y riqueza para la región. Una vez que se regule, la actividad estará sometida a licencia y a otros requisitos, y podrían establecerse cotos micológicos, como en la caza.
Así lo han anunciado este jueves en rueda de prensa el consejero, Jesús Oria, y la directora general de Biodiversidad, María Eugenia Calvo, con motivo de la presentación del libro 'Setas y hongos de Cantabria" junto con sus autores, Valentín Castañera, Alberto Pérez y José Luis Alonso, de la Sociedad Micológica Cántabra. Todos ellos han destacado la importancia de este recurso natural en el que Cantabria es una región "privilegiada"
Calvo explicó que los planes de aprovechamiento micológico están previstos en el plan forestal y, aunque no están tramitándose "en sentido estricto", van a recibir un "impulso" con el proyecto de Ley de Montes que próximamente aprobará el Consejo de Gobierno y se presentará al Parlamento regional, ya que entre los "muchos" aprovechamientos forestales que regula se encuentra el micológico.
Según destacó el consejero con estos planes se quiere impulsar a esta actividad, cuyo uso en Cantabria ahora sólo es recreativo, en particular en comarcas en las que puede suponer también una fuente complementaria de recursos económicos para las entidades locales propietarias de los terrenos. El objetivo de estos planes sería evitar la sobreexplotación de estas especies y que los beneficios de su comercialización se queden mayoritariamente en la región, dijo.
Calvo explicó en este sentido que en la zona Sur, en Valderredible, hay "bastante potencial" y ya se han producido contactos con los responsables de municipios de la zona para "impulsar algún proyecto que se está fraguando" en la región. Al respecto, Alberto Pérez puntualizó que sólo el 1% de terreno de Cantabria no es propio para el cultivo, mientras que el 99% "está lleno de árboles", por lo que "todo" es propicio para las setas.
La responsable de Biodiversidad señaló que, en el momento en que se reglamente la actividad, "va a estar sometida a licencia y a una serie de requisitos" que hay que instaurar con el conocimiento y la participación de todo el sector, en especial la Sociedad Micológica y los productores.
A raíz de la publicación de la Ley de Montes, y en desarrollo del plan forestal, "se elaborarán esos planes de aprovechamiento mitológico con los estudios que ya estamos realizando desde el punto de vista técnico", señaló.
Al ser preguntada si se van a establecer cotos micólogos, indicó que, en la medida en que es un aprovechamiento forestal, igual que ocurre con la caza, "nada impediría, y por tanto me parece una propuesta muy adecuada y se está estudiando, el establecimiento de cotos micológicos".
Precisó que, pese a que en Cantabria existen muchas variedades de setas en todos los lugares, hay que "regular ese aprovechamiento" para poder acompasarlo al resto de aprovechamientos y usos de otros lugares de la región para que "no colisionen" y que "todas las actividades puedan tener lugar dentro del mismo espacio".
LIBRO
Todas estas variedades de setas, en concreto 700, están recogidas y fotografiadas en el libro presentado hoy y que según sus autores, es "muy completo" e informativo y viene a cubrir un "hueco" en Cantabria, donde a diferencia de comunidades vecinas, no existía una publicación de estas características.
Para el consejero, la obra es una aportación "de enorme valor" al conocimiento de nuestro medio natural y tiene interés no sólo para los aficionados a la micología, sino para el público en general. Se han editado 1.500 ejemplares que han supuesto una inversión de 17.900 euros, financiados por la Consejería de Desarrollo Rural.
La obra incluye la "lista roja" de las setas de Europa, es decir las que están desapareciendo por culpa de la "esquilmación" por parte de quienes van a recogerlas "con rastrillos" y sin cuidado para su preservación. Esto ha ocurrido en el parque natural de Liencres, donde "había muchas setas" que han desaparecido por este motivo, denunciaron los representantes de la Sociedad Micológica.
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