SANTANDER 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cantabria es la comunidad autónoma con la tasa de emancipación juvenil más baja de todo el país, un 14% a casi cinco puntos de la media nacional, y además donde más ha descendido, según el último Observatorio de Emancipación Juvenil (OBJOVEM) que ha presentado hoy el Consejo de la Juventud de España.
Al igual que sucede en el conjunto estatal, la autonomía residencial de la población joven en Cantabria ha descendido en el último año hasta alcanzar mínimos históricos, aunque la particularidad es que Cantabria es la comunidad autónoma con la tasa de emancipación residencial más baja de España, que es la menor en la población de 16 a 29 años y la segunda más baja entre los 30 y 34 años tras Canarias.
La participación de las personas jóvenes en el mercado laboral resulta muy baja en Cantabria, que tiene la menor tasa de actividad de jóvenes en las dos franjas de edad citadas.
En el segundo trimestre de 2019 se ha producido un incremento de la población inactiva, aquella que no se encuentra trabajando ni en búsqueda de un empleo, ya que la ocupación ha descendido notoriamente para todos los grupos de edad y muy especialmente entre los 30 y 34 años. La mayor parte de esta población joven inactiva realiza algún tipo de formación.
De hecho, Cantabria es una de las comunidades con mayor proporción de población de 16 a 34 años ocupada con estudios superiores sobrecualificada.
La tasa de paro se sitúa en el 24,5% y, además, crece el porcentaje de jóvenes en situación de desempleo de larga duración. Entre quienes han están trabajando, ha aumentado la incidencia de la parcialidad y la temporalidad.
En el acceso a la vivienda, la modalidad del alquiler no se encuentra especialmente arraigada entre la población joven cántabra pues, en el caso de 16 a 29 años, es la cuarta comunidad con menor porcentaje total de población emancipada de su misma edad, y también está por debajo de la media en el tramo de 30 a 34 años.
Entretanto, las condiciones de acceso al mercado de la vivienda siguen siendo muy restrictivas para la población joven, dilatando así la salida del hogar familiar y ralentizando los procesos de transición a la vida adulta.