SANTANDER, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las secciones sindicales de CC.OO. y UGT en el Gobierno de Cantabria afirmaron hoy que la reciente instalación de tornos para "controlar" la entrada y salida de los trabajadores en la sede de Peña Herbosa "no es más que una medida populista con la que el Ejecutivo regional trata de ocultar una gestión ineficaz".
Los delegados de prevención de los dos sindicatos en el Gobierno de Cantabria, Apolinar Valle y José Trueba, explicaron que los trabajadores no están en contra de estas medidas de control, pero sí de que se adopten "sin informar previamente de forma oficial ni a la junta de personal ni al comité de empresa".
Además, mostraron su "extrañeza" porque estos tornos "sólo se vayan a instalar en los edificios que son propiedad del Gobierno de Cantabria y no en el resto de dependencias regionales", ya que "si de verdad quisiera racionalizar el tiempo de trabajo de los empleados públicos, el Gobierno debería instalar estos tornos en todos los edificios y para todos los trabajadores, y no sólo para controlar a menos del 10% de la plantilla".
Los delegados criticaron asimismo la "incongruencia" del consejero de Presidencia, Vicente Mediavilla, por instalar estos tornos en la puerta de la calle Bonifaz, considerada la "principal" vía de evacuación del edificio regional. "Parece mentira que quien es además el máximo responsable de Protección Civil en Cantabria imponga obstáculos de este tipo, que a nadie se le escapa que dificultarían muy mucho la salida de los trabajadores en caso de emergencia", enfatizaron.
En su opinión, el hecho de que la dirección de la Función Pública explicara en la última reunión del Comité de Seguridad y Salud que los tornos están dirigidos a "mejorar la seguridad y no el control de los trabajadores", no hace "sino reafirmar el populismo que rodea a esta medida".
Finalmente, emplazaron tanto a Mediavilla como al presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, a que expliquen "dónde están las otras máquinas que también quisieron instalar en los edificios regionales cuando el PRC cogobernaba con el PP". "Aquella medida, que en época electoral criticó el propio Revilla y que poco más tarde fue retirada, costó cerca de 600.000 euros. Eso se llama eficacia en la gestión", concluyeron Valle y Trueba.