El Centro Ambiental de la Caja en Polientes adapta sus instalaciones para una gestión más sostenible

Actualizado: martes, 16 marzo 2010 11:30

Aborda un plan de adecuación de las infraestructuras y de los programas educativos

SANTANDER, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Educación Ambiental de Caja Cantabria en Polientes adapta sus instalaciones para una gestión más sostenible. Tras 18 años de trayectoria, aborda un plan de adecuación tanto de las infraestructuras como de los programas y planteamientos educativos.

Más de seis mil personas pasan cada año por Polientes con el fin de acercarse a la situación ambiental de nuestro entorno y fomentar el conocimiento y la valoración del patrimonio natural y cultural. El programa con escolares acoge cada año aproximadamente a 3.400 visitantes de 4o de Primaria a 4o de Secundaria.

El objetivo del plan, que el centro está abordando en los dos últimos años, es disponer de una gestión más sostenible del centro en materia de energía, consumo y ahorro energético. Para ello, se ha procedido a la instalación de paneles solares gracias a la orden de subvenciones que financia el aprovechamiento de la energía solar térmica convocada anualmente por la Consejería de Medio Ambiente.

Asimismo, para conseguir un mayor aislamiento térmico, se han sustituido las antiguas ventanas y cambiado el tejado, se ha instalado un sistema de calderas más eficiente, que favorece un menor consumo obteniendo un mayor rendimiento, además de tener hace años instalados perlizadores en todos los grifos para obtener el consiguiente ahorro de agua.

Además, el centro también dispone de dispositivos para cisternas, un reductor volumétrico que facilita el ahorro de agua ocupando volumen dentro de la cisterna, lo que puede llegar a suponer un ahorro de 4.000 litros de agua por persona y año.

En cuanto a la actualización de los programas y planteamientos educativos, las líneas actuales de conservación y divulgación del patrimonio natural y cultural, las colonias de verano y el trabajo con otros colectivos como la tercera edad, personas con discapacidad o la colaboración en cursos y programas destinados a la formación de desempleados.

Además de las instalaciones educativas, el centro ha incorporado un espacio de tiempo libre que incluye un parque de aventura con tirolina, un rocódromo y un puente tibetano, entre otras atracciones porque considera fundamental adaptarse a las nuevas necesidades que van surgiendo en torno a la educación ambiental.

Un ejemplo son las pizarras digitales, lo que supondrá adecuar los contenidos de las actividades al uso de las nuevas tecnologías de la información aplicadas a la educación ambiental, lo que requerirá por parte del equipo educativo la elaboración de nuevos materiales adaptados a esta tecnología.

El programa con escolares acoge cada año aproximadamente a 3.400 visitantes de 4º de Primaria a 4º de Secundaria, sin contar los casi 900 que acuden a las colonias de verano, actividad que reduce la parte educativa formal y se centra en dinámicas de disfrute del tiempo libre relacionadas con el contacto con el medio. Otra de las acciones programadas que goza de mucho éxito y que este año ha celebrado su quinta edición es el seminario denominado 'Polientes Foto', impartido por el fotógrafo Pablo Hojas.

Un equipo de profesionales compuesto por un geógrafo, una historiadora, una psicóloga, un licenciado en Ciencias Ambientales, un técnico superior en Recursos Naturales y Paisajísticos, dos técnicos de tiempo libre y dos especialistas en escalada programan cada año una relación de actividades que ofrece una visión del medio ambiente en el que caben no sólo aspectos ecológicos sino también de índole social, económica o histórica, conformando la realidad ambiental del entorno.