Once meses por estafar 6.500 euros a un hombre al que ofreció hacer billetes falsos

Europa Press Cantabria
Actualizado: lunes, 10 febrero 2014 19:55

SANTANDER 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Santander ha confirmado la condena de 11 meses de cárcel por estafa que el Juzgado de lo Penal nº 2 de Santander en junio de 2013 a un hombre que ofrecía billetes falsos y que tendrá que indemnizar a su víctima con algo más de 6.500 euros.

Los hechos por los que Raymond Beas ha sido condenado ocurrieron en el último trimestre de 2008, cuando acompañado por otra persona, realizó un pedido en una tienda de productos de jardinería y semillas de Torrelavega. Al día siguiente volvió al establecimiento y le dijo al dueño que no tenía el dinero para pagar el pedido, pero que lo tenía en "billetes blancos".

En ese momento, colocó papeles del tamaño de un billete de 50 euros entre dos billetes reales, los echó unos productos líquidos y los convirtió en otros billetes de 50 euros "verdaderos". Al verlo, la víctima quedó en entregarle 5.000 euros para "hacer" más billetes.

Para ganarse la confianza del dueño de la tienda, el acusado volvió al día siguiente e hizo lo mismo con billetes de 500 euros, pero cuando estaba haciendo la operación le comunicó que los tintes se le habían acabado y debían irse.

Al día siguiente el acusado llama a su víctima y le comunica que debía irse a Burdeos y que necesita dinero para obtener más tinte, por lo que el dueño de la tienda realiza una transferencia de 1.500 euros a través de la Western Unión a favor de una de las identidades que le había proporcionado el acusado, Francis Hilarire Essembe, del que no volvió a tener noticias.

El estafador, que también utiliza los alias de Beas Tony Bleus Raymond y Guy Alesandre Tsemo, fue detenido en marzo de 2009, en compañía de otra persona ya condenada por estos hechos, y estuvo en prisión preventiva algo más de un mes.

La Audiencia desestima su recurso porque su participación en la estafa está "indudablemente determinada". Así, señala que la víctima le identificó "sin ningún género de dudas" en el juicio; que en el rollo de papel de aluminio empleado para la pretendida confección de los billetes, que fue entregado por el denunciante a la policía, se encontró su huella dactilar; y cuando fue detenido llevaba una maleta con recortes de papel blanco del tamaño de billetes de 50 y 100 euros, así como dos frascos con líquido transparente y color café.

Asimismo, señala que a pesar de su apariencia, el "engaño" fue "sofisticado, en absoluto burdo, con intervención de varias personas que se repartieron los papeles, y con pretendidas muestras del buen éxito de la operación (billetes de 50 euros pretendidamente tintados)".

Ello le permitió ganarse la confianza de su víctima, "aún cuando fuera por el deseo de obtener el dinero con facilidad", y "vencer su inicial desconfianza", que se refleja en que anotó los tres últimos números de serie de los billetes de 500 euros que entregó, añade la sentencia de la Audiencia, que recoge Europa Press.

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