SANTANDER, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción Número 1 de Santander ha dictado hoy un auto de procesamiento que confirma la prisión provisional incondicional para dos dos parientes (A B.V. y MA.B.C.) como medida cautelar ante la presunta agresión sexual que realizaron a una mujer que hizo auto-stop.
Además, en el nuevo auto, el magistrado José Hoya Coromina impone una fianza a cada uno de los procesados de 12.000 euros en concepto de asegurar las posibles responsabilidades económicas en caso de condena.
En el auto de procesamiento se añaden nuevos datos sobre el posible caso de agresión sexual, explicando que, practicadas las diligencias necesarias, sobre las 22.30 horas del 6 de septiembre de 2006 la mujer se encontraba haciendo auto-stop cerca del centro comercial Valle Real, en Maliaño, parando uno de los implicados, que viajaba en una furgoneta.
En lugar de ir a Santander, el procesado se dirigió al poblado gitano de Alday, donde se subió un pariente, dirigiéndose entonces al polígono Mies de San Juan, en Maliaño, "donde por la fuerza entre los dos individuos cogieron a la denunciante metiéndola en la parte trasera de la furgoneta", exigiéndola que les hiciera una felación, lo que consiguieron, mientras la golpeaban.
Según las nuevas pruebas, en un momento dado, la víctima consiguió huir, siendo asistida por una patrulla de la Policía Local de Camargo, que la encontró "en el polígono en bragas y sujetador y descalza". Tras ser examinada presentaba lesiones y contusiones en los brazos, piernas y cara.
Según expone el magistrado, estos hechos pudieran ser constitutivos de dos delitos de agresión sexual, existiendo "indicios racionales de criminalidad" contra ambos hombres, por lo que procede a decretar su procesamiento.
Algunos indicios de criminalidad son el hecho de que la víctima apareciera en un descampado descalza y en ropa interior, "lo que hace improbable que se fuera voluntariamente tras una relación sexual y en circunstancias normales". Además, la mujer presentaba contusiones en la cara y en las extremidades que confirmarían la violencia ejercida y la resistencia ofrecida frente a ella.
A su vez, la mujer tenía manchas de aceite en las manos y cuerpo, lo que sería un indicio de haber estado semidesnuda en el interior de la furgoneta, que también presentaba manchas similares.
Por otro lado, la participación de los procesados resulta del reconocimiento por la víctima y del hecho de que en la furgoneta se encontraran los pantalones y un zapato de la víctima.