Un estudio de Eroski Consumer suspende la calidad nutricional de los menús escolares en Cantabria

COMEDOR ESCOLAR NIÑOS
E.P.
Actualizado: viernes, 9 septiembre 2011 12:52

Siete de los diez centros analizados logran un 'mal' o 'regular'

SANTANDER, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los menús escolares en los comedores cántabros suspenden en calidad nutricional, según un estudio de la Fundación Eroski Consumer, que también recoge que su precio medio es de los más bajos analizado (de 4,3 euros, frente a los 5,1 del conjunto).

Así lo ha podido constatar esta revista después de analizar los menús de dos semanas completas de los comedores de 209 colegios en 19 provincias españolas: A Coruña, Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Bizkaia, Cantabria, Córdoba, Gipuzkoa, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.

De ellos, un 62% son de titularidad pública, un 36% concertados y tan solo un 2% privados.

Además, la mayoría de los centros incluidos en el informe imparten estudios de Educación Infantil y Primaria, y dos de cada cinco también Secundaria.

En Cantabria, 10 centros (nueve de titularidad concertada y uno público) remitieron los datos requeridos: dos menús semanales que incluían primer plato, segundo y postre.

La calidad dietética de los menús analizados se valora con un 'mal', la peor nota del estudio muy por debajo de la media ('aceptable').

Además, empeora la valoración lograda en un estudio similar elaborado en 2008 (la calificación fue de un 'aceptable-bien').

A la hora de establecer los criterios dietéticos, el equipo de nutricionistas de EROSKI CONSUMER tuvo en cuenta las recomendaciones de la 'Guía de comedores escolares' del programa Perseo, capitaneado por el Ministerio de Sanidad.

Así, los menús escolares analizados debían incluir un mínimo de una vez por semana verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no precocinado; no repetir más de dos veces en una misma semana la presencia de precocinados y dulces; y ofrecer fruta fresca, como mínimo, un par de veces a la semana.

Sólo tres de los diez centros analizados en Cantabria aprueban el examen nutricional propuesto por EROSKI CONSUMER, uno con un 'bien' y dos con un 'aceptable'. El resto suspendían con un 'regular' (1) o con un 'mal' (6).

Estas malas notas se deben a que esos menús se consideran excesivamente grasientos y energéticos por la abundancia de precocinados y fritos en los segundos platos: lomo empanado, nuggets de pollo, varitas de pescado, merluza romana, croquetas o empanadillas especialmente en 6 centros; a lo que habría que añadir la falta de verdura (en otros seis colegios) y pescado (en 3).

Lo único positivo, en este sentido, es que la empresa de catering encargada de la comida en uno de los centros educativos escolares elabora la mayoría de los platos con alimentos locales propios de la región, y abre un hueco a la presencia de alimentos ecológicos en el menú.

El precio medio (4,3 euros por día) de los centros analizados en Cantabria es el más bajo de todo el estudio y se sitúa muy por debajo de la media, 5,1 euros por jornada.

En el estudio realizado en 2008 la situación era similar: el precio medio diario de los centros cántabros (4 euros) se encontraba muy por debajo de la media (4,9 euros) y solo los de Granada y Valladolid eran algo más económicos entonces.

En tres años esa cantidad ha aumentado un 7% (el IPC acumulado desde noviembre de 2008 hasta mayo de este año ha sido de un 4,7%, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística).

En cuatro centros cántabros analizados se ofrecen descuentos y subvenciones a las familias.

Por otra parte, casi todos los centros estudiados en Cantabria se preocupan por atender las necesidades especiales de todos sus alumnos en cuestiones de alimentación.

Así, ocho de ellos adecuan sus menús a aquellos niños con problemas de colesterol, alergias, diabéticos, celíacos, obesidad o pequeños que no toman ciertos productos por sus convicciones religiosas (musulmanes) o culturales (vegetarianos).

Además, todos facilitan los menús a los padres de los alumnos por escrito, normalmente con una frecuencia mensual.