SANTANDER, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía mantuvo hoy los ocho años de prisión que solicita para el ciudadano rumano Keinmen E.E., acusado de prostituir a dos compatriotas entre 2003 y 2004 en el club 'Selva Negra', en Solares, a las que presuntamente reclutaba sin permisos de trabajo y como turistas.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria celebró hoy la continuación del juicio, en el que debían de haber testificado tres testigos protegidas, que no se personaron finalmente, por lo que el secretario judicial dio lectura de sus declaraciones anteriores, que supuestamente relacionan a Keinmen E.E. con el delito de tráfico ilegal de personas con fines de explotación sexual, mediante violencia e intimidación, según informaron fuentes de la Sala.
Durante la primera parte del juicio, que tuvo lugar el pasado 6 de marzo, Keinmen E.E. se declaró inocente, culpabilizando de estos hechos a "Ángela", una ex novia con la que convivía en el tiempo en que presuntamente se cometieron los hechos, entre los años 2003 y 2004.
El procesado reconoció que acudió el 29 de noviembre de 2003 a la estación de autobús Avenida de América de Madrid para recoger a dos chicas rumanas, pero no con el ánimo de prostituirlas, como afirma el Fiscal, sino por indicaciones de "Ángela", a quien previamente la habían llamado varios familiares desde Rumanía.
Así, Keinmen E.E. aseguró que trasladó a las jóvenes hasta su casa de Vargas y que al día siguiente las depositó en el 'Selva Negra', donde las chicas sabían que iban a trabajar haciendo "streaptease", sin permiso de trabajo, pero nunca bajo "amenazas", ya que él no volvió "a verlas".
Esta versión fue rebatida ese mismo día por el dueño del 'Selva Negra', quien aseguró que las dos chicas quedaban con el procesado, y que una vez volvieron "llorando" y "atemorizadas" porque una de las rumanas afirmaba que había sido violada y golpeada por Keinmen E.E., así como que tenía "un ojo morado".
Por su parte, los tres agentes de la Guardia Civil que testificaron el 6 de marzo corroboraron que las dos mujeres rumanas denunciaron en enero de 2004 que el procesado las había dado un móvil, al que las llamaba asiduamente para concertar citas en las que las pedía "la mitad" del dinero que ganasen con la prostitución.
Así mismo, las jóvenes también denunciaron "amenazas" y "golpes" del rumano, quien según las jóvenes, violó "en dos ocasiones" a una de ellas, según el testimonio de los agentes.
Keinmen E.E. fue detenido por una operación coordinada por Cuerpos de Seguridad de Cantabria y de Madrid, ya que las dos denunciantes avisaron a la Guardia Civil que las habían pedido acudir de nuevo a la estación de autobuses de Madrid el 29 de enero, por lo que varios agentes estaban esperándole, siendo localizado y esposado allí el procesado.
Dado que no se personaron por segunda vez consecutiva ninguna de las tres testigos protegidas, se elevaron a definitivas las conclusiones iniciales de las partes, quedando el caso visto para sentencia.