SANTANDER, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Ganadería, Agricultura y Pesca, Jesús Oria, ha anunciado hoy que el Plan de Recría de Novillas experimentará un incremento en su financiación de "al menos" un 25 por ciento en los Presupuestos del Gobierno Cántabro de 2007.
Así lo aseguró Oria durante la rueda de prensa de presentación de resultados de dicho Plan de Recría, que calificó como "un rotundo éxito", integrado a través del Programa de Ayudas para estimular la recría de hembras de raza pura en explotaciones de vacuno, presupuestado para este año con un montante de cuatro millones de euros.
El presupuesto para 2006, hasta el momento, se desglosó en 200.000 euros como apoyo a la Asociación Frisona de Cantabria (AFCA), mientas que 2.054 millones se distribuyeron directamente entre los 1.045 ganaderos de dicha asociación (950 en Control Lechero y 95 como Centros de Recría).
Además, la Consejería destinó 900.000 euros durante este año para el Control de Lactaciones, 140.00 euros a AFCA en gastos de funcionamiento, concurso de frisón y participación en certámenes, y otros 30.000 euros en Primeras Lactaciones.
El titular de Ganadería también incidió en que este año la Consejería se dirigió a AFCA para valorar la posibilidad de incorporar a nuevos ganaderos cuyas reses no estaban inscritas en el Libro de Registro Genealógico que gestiona AFCA, y así poder ser receptores de las ayudas que se presupuesten para el año 2007, posibilitando que muchos ganaderos cuyas reses sean calificadas como "aptas" para inscribirse en el Libro de Registro Genealógico, se incorporasen en AFCA y, así, participar de la mejora genética y las ayudas correspondientes.
La petición fue "bien recibida", según Oria, tanto por AFCA como por la Confederación Nacional de Asociaciones de Frisona Española (CONAFE), llegándose a tener censadas actualmente en control lechero a 53.000 ejemplares, lo que supone un aumento de "casi el 20 por ciento" respecto a 2005, cuando había censadas 39.091 vacas.
Para llevar a cabo la iniciativa de posibilitar que los ganaderos puedan registrar nuevas vacas en el Libro de Registro Genealógico del ganado frisón, la Consejería envió una carta a todos los ganaderos que tenían al menos 85.000 kilos de cuota láctea.
Así, en 2006, han sido 145 las explotaciones que se han incorporado al Libro de Registro Genealógico, de ellas 105 en el Control Lechero y 40 como nuevos Centros de Recría, lo que supone una mejora del 11% respecto a 2005, referido al Control Lechero, y un 41% referido a los Centros de Recría. Combinando los 2 modelos de inscripción, supone un crecimiento de 13,78% de nuevas explotaciones ganaderas de vacuno frisón en el Libro Genealógico, según destacó Oria.
Comparando el comienzo de la legislatura, año 2003, este incremento supone un aumento total de 72,52% de inscripciones, y una media ponderada por año de 18,13%.
RECHAZO DE LAS CRÍTICAS DE UGAM-COAG
Sobre el Libro Genealógico, Oria desmintió "categóricamente" las afirmaciones vertidas por el sindicato UGAM-COAG, ya que fue "el único" en no apoyar las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno contra la brucelosis bovina y que tampoco apoyó este Plan de Recría de Novillas, movilizándose "en contra de ellas".
"Pues bien, ahora, ante el evidente éxito y aceptación del sector ganadero de este Plan, este sindicato se atribuye de una manera demagógica y oportunista la paternidad de esta iniciativa llevada a cabo por la Consejería junta a AFCA y CONAFE, tratando de confundir al ganadero y a la opinión pública", añadió Oria.
Por su parte, Domnino Garrote, gerente de CONAFE, resaltó que las ayudas que se están dando en Cantabria en recrías "ya quisieran tenerlas el resto de las autonomías vecinas y lejanas".
Igualmente se pronunció el presidente de AFCA, Rogelio Lavín, al asegurar que la Consejería está marcando "un futuro prometedor" al sector con la financiación de estas iniciativas.
Por último, y dentro del compromiso de la Consejería en retirar y hacerse cargo de todos los animales que den positivo en enfermedades como la brucelosis, Oria también explicó que la repercusión inmediata será que se corta "el trapicheo intermedio" entre ciertos intermediarios que podían vender animales enfermos a carnicerías tras matarlos en los mataderos.