Imputados en el caso Aguator acusan al jefe de Administración de falsear partes y proponer "trampas" en los contadores

SANTANDER, 18 May. (EUROPA PRESS) -

Ex directivos de Aguator y miembros del Grupo FCC acusados de delitos societarios y de estafa han apuntado hoy ante la Audiencia de Cantabria al jefe de Administración, Juan José Becerril, como responsable de la emisión de las facturas en esta sociedad mixta que se encargaba del servicio de aguas en Torrelavega, constituida por Sogesur, del Grupo FCC, y el Ayuntamiento. De hecho, le acusaron de elaborar partes falsos que no se llegaron a tener en cuenta o de proponer "trampas" en los contadores de agua.

En concreto, Alberto Andérez, de Sogesur, y que fue gerente de Aguator, explicó que antes de su llegada a la empresa, en el año 2000, había un "caos" en las facturaciones, con "desajustes involuntarios" entre las facturas y los partes de trabajo que atribuyó a que "Becerril no había controlado adecuadamente los partes".

Fernando de la Torre, delegado en la zona norte de FCC, empresa de la que dependía el socio privado de Aguator, relató como una auditoría de calidad detectó el "desmadre" en los partes de trabajo, "descontrolados" hasta el punto de que se facturaron 30.000 euros de más al año.

El responsable de los contadores, Jesús Esparza, en nómina del socio privado, contó que veía "frecuentemente" a Becerril rellenar partes en la oficina, aunque desconocía de qué tipo de partes se trataba.

Esparza narró como el responsable de Administración le propuso hacer una "trampa" en los contadores, a lo que el acusado se negó por considerarlo "injustificable". "Le dije que si había diferencias en las facturas tenía que reconocer el error", dijo, tras afirmar que Becerril tenía "un gran problema" en la facturación.

El gerente, Alberto Andérez, que declaró durante más de tres horas y media, también contó como Becerril elaboró unos partes "hechos después", pero que "duraron cinco minutos encima de mi mesa" por no considerarlo "serio".

Y el delegado de zona de FCC justificó que no tomó medidas contra el responsable de Administración porque él acababa de llegar a su cargo y "no tenía interés en reconocer la negligencia del señor Becerril, que llevaba años aceptando facturas sin partes de trabajo".

Tanto el gerente como el delegado de FCC sugirieron que este directivo de Aguator tenía expectativas de convertirse en el responsable de la empresa tras la jubilación del primer gerente.

Poco después, Becerril fue trasladado a Madrid, en una decisión que recurrió y ganó, según declararon ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial en el juicio, iniciado esta semana y que se extenderá hasta el mes de junio.

Y contaron cómo fue nombrado gerente del matadero de Torrelavega, con contrato indefinido, tras recordar la existencia de una grabación hecha por un detective privado de una conversación entre Becerril y el interventor municipal, que tuvo lugar en una cafetería de Santander el día antes de la declaración del responsable de Administración ante el juez de Instrucción.

PROBLEMAS CON LOS TÉCNICOS MUNICIPALES

El que fuera gerente de Aguator afirmó que desde el principio se encontró con un "rechazo frontal y total" con los técnicos municipales al personal procedente del socio privado, Sogesur, a quien "no pidían ver. "Era imposible el acuerdo con ellos", lo que llevó a una situación de "tensión" y, cómo describió el delegado de FCC, "desacuerdos permanentes" con los técnicos, que "querían crear líos y montar confusión".

Los responsables del socio privado también se refirieron a la poca fiabilidad de los sistemas de medición del agua, tras la realización de pruebas por colectivos independientes que mostraban índices de error en la facturación del agua.

Y defendieron que se proporcionaba al Ayuntamiento toda la información que solicitaba, aunque el ex gerente admitió que, por consejo del asesor jurídico de FCC, pidió a responsables municipales, entre ellos el interventor, el ingeniero y el concejal delegado de Aguas, Luis Carlos Albalá, que se marcharan de su despacho cuando acudieron a pedirle documentación, en una petición que se les hizo cuando en realidad "ya se estaban yendo".