SANTANDER, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El juez ha decretado prisión provisional para el presunto parricida Diego G.C., una vez se recupere en el Hospital Valdecilla de las lesiones que se provocó al intentar suicidarse cuando la Policía acudió a detenerle en su domicilio familiar, en Santander, la madrugada del domingo tras que matara a su padre, y causara heridas a su madre.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Santander ha emitido un Auto en el que ordena la prisión provisional "comunicada y sin fianza" del detenido, de 35 años de edad, el cual quedará ingresado en el propio Hospital Valdecilla "a fin de que reciba la asistencia médica adecuada a la enfermedad mental que padece".
El juez Fernando Vegas García considera que existen "indicios" suficientes de la autoría de Diego G.C., en un delito de homicidio en grado de tentativa y homicidio consumado, que podría incluso elevarse a asesinato "por concurrir la circunstancia de alevosía".
El Auto recoge la declaración de la madre, Marie Anne C., quien la madrugada del pasado día 17 se despertó "al oir los gritos de socorro de su esposo", pudiendo ver cómo "su hijo Diego estaba apuñalando a su marido, que se hallaba durmiendo en la cama del matrimonio".
La mujer relató que recibió "algunas cuchilladas, probablemente al interponerse para proteger a su esposo, quien pese a forcejear con su hijo, cayó poco después a los pies de la cama y murió a los pocos instantes".
Además, Marie Anne C. expuso su "sorpresa" por la reacción de Diego, quien se hallaba en la actualidad en tratamiento por "esquizofrenia paranoide", ya que "llevaba seis meses en un centro psiquiátrico y acudía a casa los fines de semana".
El juez argumenta que "la reacción extraordinariamente violenta" del detenido indica que "ha sufrido un rebrote en su enfermedad", decretando "sin género de dudas" la prisión provisional.
LA POLICÍA RECONSTRUYE LOS HECHOS
Tal y como hoy relató hoy el jefe de la Brigada de la Policía Judicial, Miguel Ramos, a las 5.35 horas del 17 de diciembre se recibió en el 091 una llamada alertando de que un hombre de 35 años estaba agrediendo a su padre, en la vivienda familiar situada en el número 29 de la Avenida de Los Infantes de Santander.
Al lugar se trasladaron dos dotaciones policiales, cuyos efectivos encontraron en el descansillo a la madre del agresor, que estaba "completamente ensangrentada" y "acertó a decir que su hijo había matado a su marido y que a ella le había herido".
Al entrar en la vivienda los agentes encontraron a Diego G.C. en la cocina "afilando un cuchillo" con el que se infligió varios cortes en el cuello de los que está recuperándose en el centro penitenciario de Valdecilla.
Fruto de las investigaciones policiales se comprobó que el hombre se encontraba en tratamiento psiquiátrico desde hacía aproximadamente unos diez años y que tenía permiso por parte de los facultativos para pasar los fines de semana y días festivos con la familia.
Así sucedió el pasado sábado, cuando, a las 11.00 horas, sus padres fueron a recoger a D.G.C. al centro de internamiento de Parayas. Al llegar al domicilio, según explicó Ramos, "tuvieron una pequeña discusión, parece ser que porque pedía dinero y los padres no se lo daban" para que "no consumiese bebidas alcohólicas".
El hombre se marchó del domicilio, regresó "a las siete u ocho de la tarde, siguió con la misma discusión y se metió en su dormitorio; los padres hicieron lo mismo y a las cinco y media de la mañana se despertaron con el muchacho encima de ellos dándoles puñaladas".
Cuando la policía llegó a la casa redujeron al agresor, asistieron a la madre, que fue atendida por los servicios médicos y acudieron al dormitorio en el que el padre, A.G.C. de 72 años, estaba tirado en la cama ya muerto. Madre e hijo fueron finalmente trasladados al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.