SANTANDER, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha defendido este martes en Santander que el liberalismo del siglo XXI tiene el "gran reto" de recuperar una ontología de la libertad para "dar respuesta a los miedos que pesan sobre nuestro tiempo", lo que significa "restaurar una filosofía de la libertad para el siglo XXI porque el miedo de hoy no es el mismo que operaba en el siglo XVII".
Así, ha asegurado que el liberalismo exige una política de la libertad que está, en su opinión, basada en los conceptos de la dignidad, de la tolerancia y de la propiedad moral y personal y que tiene que ser social, igualitario y democrático.
Además, ha advertido de que el miedo "anula la capacidad de que uno se proyecte más allá de lo inmediato y eso es contrario a la libertad". "No se puede ser libre si se tiene miedo", ha asegurado Lassalle, quien ha afirmado que el liberalismo "tiene la responsabilidad de desactivar el miedo a la pérdida de bienestar, al otro y a la identidad no basada en la conciencia, sino en la visibilidad".
En este sentido, ha explicado que la identidad hoy está evolucionando del ámbito material al ámbito virtual, que "da la espalda a la realidad y a los demás" y ha provocado, según ha explicado, la aparición de un "neoliberalismo digital que cree que puede ofrecer una respuesta para todo en tiempo real" y que significa "la política de lo peor".
Durante su intervención en el encuentro 'Pulso de España', que se está celebrando esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha alertado de que la sociedad ha construido una amenaza no reconocible como tal y ese es uno de los escenarios del liberalismo en la construcción de la ontología de la libertad.
"El gran reto es que la libertad colapse como concepto, como las Torres Gemelas, y que se convierte en humo. Y entonces será un recuerdo imaginario y durante un tiempo estaremos habitando un Nueva York político", ha apuntado Lassalle, quien también ha sostenido que debe haber una relación entre derechos y deberes "basados en la ley".
Esto implica, ha añadido, "que la libertad tiene que estar socializada", lo que a su vez supone que la socialización "tenga que hacerse benevolente" y la existencia de un estado "intensamente operativo para salvaguardar la dignidad, la tolerancia y la propiedad moral de las personas porque lo que no podemos permitirnos es la construcción de nuevas interpretaciones basadas en el egoísmo, que está dando pie a un psicopoder del Estado", en referencia al "neoliberalismo digital".
"EL SIGLO XXII VA A SER EL SIGLO DEL NO TIEMPO"
Igualmente, ha indicado que el siglo XXII va a ser el siglo "del no tiempo" porque estará instalado "en el tiempo real" en el que "todo lo sólido se desvanece", lo que "provoca miedo". "Otra vez el miedo vuelve a ser la palabra a escala mundial", ha dicho Lassalle, quien ha agregado que de ahí surge la "necesidad" del pensamiento liberal.
Sobre este pensamiento, ha reivindicado que es una "reacción intelectual contra el miedo" que generan, por ejemplo, "las guerras religiosas" y "la irrupción del Estado absoluto". "El liberalismo es la respuesta a través de la lógica de la tolerancia y los derechos individuales", ha considerado Lassalle.
"NEOLIBERALISMO DIGITAL" PROVOCA "BURBUJAS EMOCIONALES"
Lassalle ha defendido --basándose en la filosofía de John Locke y de otros liberales-- que hay que instaurar no un individualismo económico, sino "benevolente", que contemple empáticamente y de manera tolerante la libertad de los otros.
Esto se debe, tal y como ha añadido, a que las relaciones virtuales están "complicando" las relaciones interpersonales "porque tenemos una pantalla de Whatsapp, de chat o de correo electrónico". "Había un telón de acero, ahora hay un telón digital que está impidiendo la capacidad de que la gente se mire por la calle", ha lamentado.
Igualmente, ha alertado de que este "neoliberalismo digital" es un "elitismo feroz, profundamente clasista" que está provocando, según ha añadido, "burbujas emocionales" y generando "falsas identidades".