SANTANDER, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Español de Oceanografía ha licitado en 277.500 euros el servicio de operación y mantenimiento programado preventivo y de reparación del ROV 2000 (Super Mohawk II), el nuevo submarino científico no tripulado del IEO que tendrá su base en Santander.
Según la documentación consultada por Europa Press, el contrato se adjudicará por concurso abierto y las ofertas se podrán presentar hasta el próximo 1 de febrero.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) se ha equipado con un avanzado sistema ROV Super Mohawk II con sistema de lanzamiento y recogida (LARS) para operaciones hasta 2.000 metros de profundidad.
Según se explica en el pliego de bases del concurso, las operaciones con vehículo ROV complejos y especializados en aguas profundas requieren de un equipo de personal técnico experto con amplia y acreditada experiencia en el manejo de estos equipamientos.
En concreto, las operaciones por las que el IEO requiere la intervención de la empresa que sea contratada serán la preparación y puesta a punto del sistema ROV2000 previamente al desarrollo de las campañas para verificar su adecuado funcionamiento y asegurar su plena operatividad en los mismos, y la operación del sistema en campañas a régimen de operaciones continuas.
Este servicio contempla de una forma integrada el mantenimiento de la capacidad operativa del sistema ROV2000 antes y después de la campañas, así como para proveer y asegurar la operación del vehículo durante las mismas.
Así, se contemplan tres fases en el desarrollo del servicio, la primera de ellas, la preparación y puesta a punto del sistema que se desarrollará en las instalaciones del IEO en Santander. Además se elaborará un protocolo de configuración y operación del ROV durante la campaña, y un documento de evaluación de riesgos de cada operación o actividad.
Igualmente, la empresa adjudicataría deberá asegurar y coordinar el mantenimiento del sistema ROV2000 tras haber concluido las campañas, en las instalaciones del IEO o de los talleres locales en su caso, donde se estuvieran produciendo las reparaciones sugeridas.
Tras cada campaña, la primera semana en que el ROV2000 esté de regreso en su base, se procederá a una revisión exhaustiva del mismo orientada a dejar el sistema listo para ser de nuevo empleado a la mayor brevedad.
GRANDES FONDOS MARINOS
El vehículo submarino no tripulado (ROV) que el IEO acaba de incorporar a su equipamiento científico es el modelo ROV Super Mohawk II, uno de los ROV del fabricante Sub-Atlantic más vendidos hasta la fecha con 22 unidades de este tipo operando actualmente en todo el mundo.
El Liropus, que ha costado cerca de un millón y medio de euros, y es capaz de operar hasta más de 2.000 metros de profundidad, facilitará la investigación de los grandes fondos marinos por medios no invasivos que permiten la observación directa de los hábitats y de las comunidades biológicas en su estado natural, apreciando su estructuración y sus características ecológicas fundamentales, sin producir impactos en los mismos.
Este ROV, que cuenta con 6 motores, combina una gran potencia y una gran capacidad de carga que le permite llevar, además de seis tipos de cámaras, instrumentos de medición y toma de muestras.
Los controles del ROV incluyen un monitor de pantalla táctil, joysticks, botones iluminados y potenciómetros. Este sistema ofrece al operador sobre impresionado en pantalla toda la información requerida incluyendo posición, profundidad, rumbo, altitud sobre el fondo, etc.
El ROV está equipado con un sonar submarino que le permite detectar y evitar objetos submarinos que escapan del campo de visión de las cámaras. A su vez, el TMS (Tether Management System) permite utlizar el ROV en condiciones climáticas severas, evitando que el oleaje y las corrientes de agua que actúen sobre el umbilical.
Igualmente dispone de brazos manipulados para recoger muestras y datos hasta una profundidad de 2.000 metros, aunque el sistema tenga, debidamente adaptado, capacidad para trabajar hasta 3.000 metros de profundidad.
PRIMERAS INMERSIONES
El Liropus ha supuesto una inversión de 1.450.000 euros, financiado al 70 por ciento con fondos Feder y el 30 por ciento restante con presupuesto del IEO.
El ROV desarrollará sus primeras inmersiones a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, del CSIC, y también en los nuevos buques del IEO en construcción, Ramón Margalef y Ángeles Alvariño, y hacia el mes de febrero llegará al Centro Oceanográfico de Santander del IEO donde tendrá su sede.
Con el Liropus, el IEO realiza una importante aportación a la capacidad oceanográfica de la Unión Europea. Este nuevo vehículo submarino es la contribución española a una flota de un total de 44 sistemas de similares características con los que ya cuentan los países miembros.
Sin embargo, de esta flota sólo 11 sumergibles no tripulados pueden operar a una profundidad igual o superior a la que la que alcanza el ROV del IEO, y sólo Noruega, Reino unido, Alemania, Portugal y Francia cuentan con sistemas capaces de operar a mayores profundidades.
El Liropus jugará un papel fundamental en el desarrollo del proyecto Indemares, que tiene como objetivo el estudio de 10 ecosistemas marinos candidatos a formar parte de la Red de AMPs del Estado Español.
Algunos de estos ecosistemas son extraordinariamente complejos y profundos, como el cañón de Avilés, el banco de Galicia, los volcanes submarinos del golfo de Cádiz o algunas montañas submarinas de las islas Canarias.
Según destaca el IEO, en una actividad de índole oceanográfica, la captación de imágenes, y su grabación, requieren una calidad y nitidez excepcional. Por ello se ha cuidado mucho este aspecto dotando al sistema con un potente sistema de iluminación de 17.000 lumens de potencia (17 veces más que una bombilla de 100 vatios), y cámaras de elevadas prestaciones, una de ellas de alta definición (formato HD) y otra de muy baja luminosidad.
En cuanto a la instrumentación oceanográfica, el Liropus cuenta con dos equipos CTD para medir temperatura, presión y salinidad así como con un correntímetro de efecto doppler para estudiar las corrientes a las profundidades donde opere. El bastidor está diseñado para instalar además hasta 20 kilogramos de cualquier otra instrumentación científica que se requiera.
Para la toma de muestras cuenta con dos brazos manipuladores hidráulicos de precisión para la recogida de elementos sólidos y un sistema de succión para muestras líquidas y gaseosas.