Manuel Díez de Velasco recibe la Medalla de Cantabria como "remuneración generosa" e "impensable" a una vida de trabajo

Actualizado: martes, 3 octubre 2006 23:19

Revilla define al jurista como un "espejo en el que se reflejan muchos de los valores del pueblo cántabro"

SANTANDER, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El catedrático Manuel Díez de Velasco Vallejo recibió esta tarde la Medalla de Oro de Cantabria, que supone para él una "remuneración muy generosa", además de una "impensable" ilusión. A su juicio, se trata "de la condecoración más valiosa" de todas las que ha recibido en su dilatada trayectoria como profesor y jurista.

La Medalla le fue impuesta por el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, en un acto emotivo en el que las intervenciones de Díez de Velasco y Revilla despertaron sonrisas entre el público reunido en el Paraninfo de la Magdalena.

El jurista estuvo arropado por su familia, representantes del Consejo de Estado y el Tribunal Constitucional, el Gobierno cántabro y el Ayuntamiento de Santander, el presidente del Parlamento regional, Miguel Ángel Palacio; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, César Tolosa, junto con la fiscal jefe, Pilar Martín Nájera, además del rector de la Universidad de Cantabria, Federico Gutiérrez Solana, y Eulalio Ferrer.

Tras una laudatio en verso romance, a cargo de Pedro Crespo de Lara, e instantes después de recibir la Medalla de Oro, Manuel Díez de Velasco Vallejo, que optó por la "dura prosa" para expresar su agradecimiento, sustentó su discurso en sendos refranes: 'El que no es agradecido, no es bien nacido' y 'Nadie es profeta en su tierra'.

El primero le sirvió para mostrarse agradecido por una distinción que es "la más valiosa" de todas las que ha recibido, y con el segundo puso de relieve el "prodigio o milagro humano, social y cultural" que ha hecho posible que no se cumpla en su persona lo de no ser profeta en su tierra, como prueba el haber recibido la Medalla de Oro de la región en la que nació.

"He vivido mi condición de montañés y cántabro siempre y lo he transmitido a mi familia", explicó el homenajeado, quien se felicitó además de recibir la Medalla en un lugar especial para él porque, en el año 1958, al salir de una conferencia en el Paraninfo de la Magdalena, conoció a su mujer.

"MEDALLA DE CARIÑO Y ADMIRACIÓN"

El presidente cántabro, al igual que el propio Díez de Velasco, consideró que la Medalla de Oro de la comunidad autónoma es la de más valor entre las distinciones que tiene en su haber el jurista, por el material con el que está "acuñada", no el oro, sino "el cariño, el respeto y la admiración" del pueblo cántabro.

Revilla se refirió al jurista como un "hombre luchador, con ideas firmes, valores sólidos y metas claras", "comprometido con su tierra" y que "no ha dejado de hacer gala del amor que profesa" a Cantabria. Pero es además "un espejo en el que se ven reflejados muchos de los valores del pueblo cántabro". "Su personalidad y trayectoria son referencia y guía para todos nosotros", agregó el presidente.

Por su parte, el consejero de Presidencia, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Vicente Mediavilla, encargado de leer el decreto de concesión de la Medalla de Oro de Cantabria a Díez de Velasco, trasladó al catedrático la gratitud de las generaciones de juristas a los que ha enseñado "qué es Europa y qué significa".

"UN RETOÑO CÁNTABRO DE TRAYECTORIA ROMÁNTICA"

En cuanto a la laudatio de Crespo de Lara, repasó, desde la infancia, la trayectoria del jurista, al que definió como "un retoño cántabro de trayectoria romántica", un "montañés de pura raza" y "un montañés melancólico, de naturaleza pacífica". Destacó de él su "templanza" y su "dilatada y fantástica" trayectoria.

Manuel Díez de Velasco Vallejo nació en Santander en 1926. Es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado en Ciencias Políticas. Asimismo, es doctor honoris causa por la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Granada, además de catedrático de Derecho Internacional Público y Privado de las Universidades de Granada, Barcelona, Autónoma y Complutense de Madrid, y profesor emérito de la Universidad de Cantabria.

También ha sido magistrado del Tribunal Constitucional, juez del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 1988 a 1994, y es consejero electivo del Consejo de Estado. Tiene en su haber una larga lista de condecoraciones y es autor de numerosas publicaciones.