El PP rechaza la normativa porque supone "un cheque en blanco" para "seguir despreciando al sector"
SANTANDER, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Parlamento regional aprobó hoy la nueva Ley de Juego de Cantabria, que sustituye a la de 1998, sin adicionar ninguna enmienda de las 18 'vivas' que sostenía el PP, que votó en contra del dictamen por considerar que supone "un cheque en blanco de este Parlamento para seguir despreciando al sector", en palabras de la diputada 'popular' Isabel Urrutia.
El consejero de Presidencia, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Vicente Mediavilla, defendió que se ha presentado una "regulación completa, que permite conciliar los diversos intereses" de empresarios y usuarios, fomentando "la libre competencia" al tiempo que "la defensa de los consumidores".
Mediavilla resaltó que la desde hoy nueva normativa "engloba el juego en sentido amplio", prohibiendo "de forma taxativa" esta actividad "a menores de edad e incapacitados", así como la publicidad que estimula "el fraude".
INCREMENTO DEL 16.9% EN LA LIQUIDACIÓN DE 2005
Además, el titular de Presidencia resaltó que la ley incorpora a la Administración autonómica como único órgano competente en las tareas de inspección, lo que dará más "eficacia" a la regulación de un sector que en 2005 generó una liquidación de 25.567.459 euros, lo que supuso un "incremento del 16,92 por ciento" respecto al período de 2003, liquidaciones que "han servicio para modernizar nuestra comunidad autónoma", en palabras de Mediavilla.
Fue precisamente esta gestión única de la comunidad autónoma uno de los principales blancos de las críticas de Urrutia, quien aseguró que regiones como "Madrid" vienen trabajando con una "Comisión Mixta" de co-participación con el Estado "y las va muy bien".
Para Urrutia, la Ley de Juego es "una tapadera a tres años de inoperancia y de desprecio al sector", con lo que el Gobierno cántabro ha perdido "una oportunidad de oro" de legislar una actividad en los términos que requiere "el siglo XXI".
Por su parte, la diputada del PRC Rosa Valdés resaltó la "trascendencia" de esta normativa, pues "era imprescindible actualizar" la de 1998, asegurando que las críticas del PP a su articulado están "injustificadas" porque las enmiendas "no son de fondo".
EL SECTOR COMPARTE EL TRABAJO "RIGUROSO" DEL GOBIERNO
Igualmente, Valdés indicó que "es el propio sector" del juego el que "a través de sus representantes" han resaltado el trabajo "serio" y "riguroso" desarrollado por el Ejecutivo en esta normativa.
La parlamentaria socialista Ruth Carrasco defendió también la necesidad de haber abordado una nueva normativa, ya que haber realizado modificaciones parciales a la ley de 1998 hubiera generado "inseguridad jurídica".
Como hizo Valdés en su intervención, Carrasco también indicó que las enmiendas del PP a esta normativa, -"sencilla" pero "de gran calado"-, no son "de fondo", salvo en el caso de un artículo, tras señalar que "nuestra obligación como políticos es conocer las reglas del juego y nuestro deber es desterrar el juego sucio en estos tiempos convulsos y a veces de malas formas". "Ahí queda esta reflexión para quien la quiera oír", añadió la diputada del PSOE.
En su turno de réplica, Urrutia contestó a esta expresión pidiendo a la diputada socialista que se muerda "la lengua, pero tenga cuidado, no se envenene", defendiendo que "todas" las enmiendas de su partido son "de fondo, excepto tres".
Finalmente, la nueva Ley de Juego de Cantabria fue aprobada con los votos a favor de regionalistas y socialistas, con las 13 enmiendas introducidas en el trámite parlamentario anterior, nueve conjuntas PSOE-PRC, tres del PP y una transaccional, referente a la inclusión de la teletramitación para realizar procesos administrativos en esta materia, lo que se deberá de regular en el plazo máximo de seis meses.
