El preso de El Dueso indultado participará mañana en la Procesión del Perdón

SANTANDER, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

El joven santanderino de 25 años, indultado en el último Consejo de Ministros, participará hoy en la Procesión del Perdón. J.A.C.A. había sido condenado a cuatro años y un día de prisión por un delito contra la salud pública pero ha sido indultado a petición de la Archicofradía de La Merced.

Según explicó en declaraciones a Europa Press el presidente de la Junta de Cofradías de Santander, Javier Martínez, para la petición de indulto, la Archicofradía de La Merced "analiza los expedientes de internos de la Provincial y El Dueso y solicita el de uno de ellos al ministro de Justicia", después "el Ministerio solicita informes de comportamiento a Instituciones Penitenciarias, al Juzgado, etcétera, se hace con todo un informe que se eleva a Consejo de Ministros, y si es favorable, se concede el indulto", después corresponde al preso aceptar o no la participación en la procesión.

Así, al anochecer del Miércoles Santo y llevando el paso 'Jesús Nazareno' y 'Nuestra Señora de la Merced' la Archicofradía de La Merced saldrá a las 20.00 horas de su capilla, en la calle Bonifaz, en dirección a la Prisión Provincial, donde recogerán al indultado.

Recorrerán para ello las calles Bonifaz, Lope de Vega, Hernán Cortés, Plaza del Príncipe, Plaza Porticada, Juan de Herrera, Isabel II, Ruamayor y Calle Alta.

Una vez en la Prisión Provincial, entre las 21.15 y 21.30 horas, se liberará a J.A.C.A., que acompañará la procesión hasta llegar, de nuevo, a la Capilla de La Merced.

TRADICIÓN

Todos los años, se elige a un preso de la Provincial o El Dueso que no haya cometido delitos de sangre con vistas a una inserción rápida en la sociedad y se solicita para él un indulto.

La Archicofradía de la Celeste, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced fue fundada en 1.942, integrada al principio por ex-cautivos de la Guerra Civil.

Además, en la Archicofradía existe una Sección de Ayuda que atiende durante todo el año a los presos, organizando las fiestas de la Merced, en septiembre, y una campaña de Reyes con el fin de proporcionar juguetes y alimentos a las familias de internos necesitadas.