SANTANDER 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Santander ha condenado al propietario de un local hostelero a pagar una multa de 800 euros por permitir el consumo y la distribución de drogas en su interior.
Agentes de la Policía Nacional intervinieron en este establecimiento siete papelinas de cocaína que se encontraron en el suelo, dos pastillas de éxtasis y diversas colillas de hachís o marihuana.
La tolerancia del consumo o del tráfico de drogas en establecimientos públicos suponen una infracción grave según la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, que puede acarrear multas de hasta 30.000 euros, aunque en este caso se impuso la mínima.
El propietario del local recurrió contra la sanción, y aseguró que "no sabía nada", pero el juez señala que el olor de las sustancias era "evidente", y el número de papelinas en el suelo, un "signo" de la "tolerancia".
Además, el recurrente pidió la nulidad de la intervención, alegando que los agentes entraron en su establecimiento sin orden judicial. El juzgado le responde que estos locales no tienen el carácter de domicilio privado y, por tanto, no es necesario este permiso.