La recaudación de la cueva de El Soplao en 2008 ascendió a 1,6 millones de euros

SANTANDER, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La recaudación obtenida por las entradas a la cueva de El Soplao ascendió el año pasado a 1.678.147 euros, en concreto, entre el 31 de diciembre de 2007 y el 1 de octubre de 2008, según consta en respuesta parlamentaria recogida por Europa Press.

Por su parte, hasta la fecha de 15 de octubre, el número de visitantes a esta infraestructura turística se acercó a los 200.000, situándose en los 196.746, según responde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno a petición de la diputada 'popular' Tamara González.

Los meses de verano son en los que más se concentran tanto la afluencia de visitantes como, en consecuencia, la recaudación obtenida. Así, en el mes de agosto visitaron la cueva 53.962 personas, y la recaudación alcanzó el medio millón de euros.

Se trata de las mayores cifras de todo el año y superan las del resto de los meses de verano, ya que en julio se obtuvieron 334.933 euros y 35.704 visitantes; y en septiembre, 229.894 euros y 24.224 visitas.

Por el contrario, las menores cifras se dan también en ambos casos en enero, si bien se precisa que durante este mes la cueva se somete a revisiones de carácter medioambiental, que en 2008 fueron durante la segunda quincena, es decir, la mitad de todo el mes.

De esta forma, entre el 31 de diciembre de 2007 y el 14 de enero de 2008 visitaron la cueva de El Soplao hasta 1.662 personas, con una recaudación de 17.081 euros. Entre los meses con menos actividad le sigue febrero (5.888 visitas y 56.203 euros).

En general, la media de visitas al mes se encuentra en los 19.674 euros, cifra en torno a la cual se encuentran los meses de marzo (16.129) y mayo (17.766), mientras que la cuantía media recaudada al mes se sitúa en los 186.460 euros.

Las tarifas de la cueva de El Soplao ascienden, en el caso de la visita turística, a 9,50 euros por persona, existiendo descuentos que rebajan el precio hasta los siete euros en el caso de niños de cuatro a dieciséis años; jubilados, pensionistas y discapacitados; estudiantes y grupos, a partir de 36 personas y que no excederán de los 48.

En cuanto la visita denominada turismo aventura, el importe general es de 30 euros por persona, y el de grupos (entre 15 y 20 miembros) es de 25 euros por cada uno de los integrantes. En este tramo, los visitantes podrán recorrer hasta 3 kilómetros dentro de la cueva, realizado por el suelo original de la cueva, equipando a tal efecto a los visitantes con la indumentaria adecuada y ofreciendo un contacto más directo con la cavidad.

Aquí, el trayecto comienza en el túnel La Isidra, desde donde se accede a la parte superior del Falso Suelo. Desde ahí el grupo se dirige hacia la entrada de la galería Los Italianos, para visitar posteriormente Campamento, la sala de El Órgano, y la galería El Bosque.

Para los centros escolares la tarifa es de 4,50 euros por alumno, con un profesor gratis por cada 25 estudiantes, y se puede recurrir a ella de martes a viernes, durante el curso académica.

EL SOPLAO

Situada en los municipios de Valdáliga, Herrerías y Rionansa, El Soplao, abierta al público la pasada legislatura por la Consejería de Cultura, cuenta con grandes superficies tapizadas de aragonitos, falsos techos, gours, estalactitas y estalagmitas y concreciones excéntricas que provocan distintos juegos de luces y sombras, sensaciones, colores y olores.

La cueva posee una longitud total de unos 17 kilómetros, aunque la visita turística contempla un recorrido de 1.500 metros a través de dos de sus ocho galerías, La Gorda y Los Fantasmas, a lo largo de lo que en el pasado fue la antigua explotación minera de La Florida.

Las concreciones del Soplao aparecen en el suelo, paredes, techos, encima de antiguas estalactitas, estalagmitas, e incluso de las coladas. Se encuentran principalmente en la zona Oeste de la cavidad, donde no había entradas naturales (Galería Gorda, Galería del Campamento, La Coliflor y El Bosque).

Dentro de las excéntricas, y según su composición cristalográfica, encontramos dos tipos: de calcita y de aragonito. Las de calcita suelen presentar formas vermiculares, sin aristas vivas, con color blanco debido a la pureza del carbonato cálcico.

Habitualmente, estas concreciones no son huecas, pero pueden tener un fino capilar interior que asegura que la solución cálcica llegue a su extremo. Son de crecimiento extremadamente lento. Se ha realizado un seguimiento durante quince años en una zona concreta, no apreciándose crecimiento alguno.

En cuanto a las de aragonito, presentan una composición química idéntica a las de calcita, pero cristalizando en otro sistema diferente y suelen presentar un aspecto mucho más geométrico.

El aspecto más sencillo es el de "penachos" o "rosetones" de finísimos cristales, semejantes a espinas, de una longitud que oscila entre pocos milímetros hasta algo más de diez centímetros.

Suelen encontrarse en los suelos, paredes o sobre cualquier tipo de concreción ya formada, incluso en la roca desnuda. Su crecimiento en la cueva es simultáneo al de las de calcita.