Los ríos de Cantabria se repoblaron en 2005 con un total de 326.000 juveniles de autóctonos de salmón

Estas cifras suponen un "máximo histórico" en la región con un incremento del 90% con respecto a años anteriores SANTANDER 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los ríos de Cantabria se han repoblado con un total de 326.000 juveniles autóctonos de salmón, lo que supone el "máximo histórico" de repoblación en la región, con un incremento respecto a años anteriores cercano al 90%.

Según explicaron fuentes de la Consejería de Pesca, durante el pasado mes de diciembre finalizaron las repoblaciones de salmón atlántico correspondientes a la clase de edad de 2005, llevadas a cabo por la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza en los ríos de Cantabria.

Todos los juveniles repoblados fueron obtenidos del desove artificial de reproductores de las cuatro poblaciones de salmón atlántico existentes en Cantabria (Asón, Pas, Nansa y Deva) efectuado en el Centro Ictiológico de Arredondo.

Los progenitores utilizados en el desove proceden de la captura de ejemplares de nueva entrada (40%), del reacondicionamiento de zancados tras la freza (45%) y del cultivo de ejemplares holobióticos o de ciclo cerrado (15%).

La utilización de zancados y de holobióticos aumenta los niveles de producción, y por tanto de repoblación, sin necesidad de extraer un gran número de reproductores salvajes de nuestros ríos, permitiendo que éstos desoven de manera natural. Además, permite seleccionar los progenitores con las características más adecuadas, interesantes o escasas y que, por tanto, son las que interesa mantener.

DIVERSIFICACIÓN DE LOS MÉTODOS DE REPOBLACIÓN

Los peces procedentes del desove artificial poseen menor capacidad para adaptarse al medio que los peces salvajes, debido a las condiciones "no naturales" del cultivo en piscifactoría.

Según explicó la Consjería, este fenómeno de domesticación es tanto mayor cuanto mayor es el tiempo de permanencia de los juveniles en la planta de cultivo. Por esta razón, a partir del análisis de la supervivencia y adaptación de los peces y de la capacidad productiva del Centro Ictiológico, se ha comenzado desde el año 2004 a diversificar los métodos de repoblación con el fin de maximizar la supervivencia y adaptación de los juveniles repoblados.

Así, las sueltas se realizan en los diferentes estadios de desarrollo de los juveniles, complementando las repoblaciones que se realizan con pintos de otoño con sueltas en fases más tempranas del ciclo de vida, como huevos embrionados y alevines.

En este sentido, de los 326.000 juveniles repoblados, 68.000 lo fueron en el estado de huevo embrionado (un 21%), 82.000 lo fueron en el estado de alevín (25%), mientras que los 176.000 restantes (54%) fueron soltados en estado de pinto de otoño.

Todos los juveniles que fueron liberados como pintos de otoño fueron marcados mediante el corte de la aleta adiposa; de ellos, 17.000 fueron además marcados mediante la implantación de micro marcas magnéticas con el fin de realizar un seguimiento de las pautas migratorias, fidelidad al río de suelta y resultados de las repoblaciones.

REPOBLACIONES POR CUENCAS

En cuanto a las repoblaciones por cuencas, en el Asón se repoblaron 95.700 juveniles, distribuidos fundamentalmente en el tramo alto, entre Ramales y Asón, y en el río Gándara, en el que se están realizando actuaciones de mejora de la accesibilidad para la especie.

En la cuenca del Pas se han repoblado 115.000 juveniles repartidos entre la cabecera del Pas, aguas arriba de Alceda, y el tramo bajo del río Pisueña.

El río Nansa acogió 43.000 juveniles. La escasa disponibilidad de tramo accesible para la especie en esta cuenca obliga a repoblar todas las juveniles aguas abajo de la presa de Palombera.

Por lo que respecta a la cuenca del Deva se han repoblado 63.300 juveniles distribuidos por su tramo medio (entre La Hermida y Lebeña) y en el río Urdón.

Por último, se ha repoblado una pequeña cantidad de pintos en el río Miera (8.900), concretamente en el tramo de captura y suelta de Ceceñas. Este río, antaño salmonero y que venía registrando entradas esporádicas de algunos ejemplares, ha experimentado en los últimos años un aumento en la entrada y desove de salmones. Por este motivo es necesario reforzar el desove natural mediante repoblaciones modestas, pero continuadas en el tiempo, que en los próximos años permitan conocer y evaluar las posibilidades de recuperación del Miera como río salmonero.