Seis meses de cárcel por una quema que provocó un incendio forestal de seis hectáreas en Vega de Liébana

La autora tendrá que pagar los daños ambientales y materiales, tasados en 5.400 euros, y 25.200 euros de gastos de extinción

Europa Press Cantabria
Actualizado: martes, 25 febrero 2014 16:46

SANTANDER, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal nº 2 de Santander ha condenado a seis meses de cárcel, por un delito de incendio forestal por imprudencia grave, a una mujer que al realizar una quema en su finca en Vega de Liébana un día de viento Sur, provocó un incendio que tardó varios días en extinguirse y afectó a 6,3 hectáreas de monte.

La mujer ha sido condenada también a indemnizar al Gobierno de Cantabria con 5.446 por los daños materiales y ambientales causados por el incendio, y a pagar los gastos de extinción, tasados en 25.272 euros, de los que 11.793 corresponden al Gobierno regional y 13.478 euros al Ministerio de Medio Ambiente.

Los hechos ocurrieron en marzo de 2012 sobre las cuatro de la tarde cuando la mujer realizó una quema en su finca, colindante con el monte de utilidad pública (MUP) Maredes de Vega de Liébana, "sin adoptar las más elementales medidas de prevención para evitar la propagación del fuego, previsible dado que el terreno estaba muy seco, el terreno colindante lleno de hojarasca propio de la época, el día era caluroso y el viento era de componente sur, estando además el terreno en pendiente".

Según consta en la sentencia, recogida por Europa Press, la acusada quemaba las matas ubicadas a una distancia de entre tres y cinco metros del monte, no realizó cortafuegos y no portaba instrumento alguno, salvo un rastrillo de hierro, para sofocar el fuego en el supuesto de que se descontrolara como así ocurrió.

La acusaba tenía un permiso de quema del Servicio de Montes, que reconoció no haber leído. Éste establecía que el fuego debería darse por finalizado a las cuatro de la tarde, que no podía efectuarse con viento sur o sureste, y que debía previamente dar aviso al 112, condiciones que no se cumplieron, de forma que el fuego se descontroló y se extendió al monte colindante afectando a 6,30 hectáreas de rebollos, brezos, zarzas y escobas.

La defensa solicitó la absolución de la acusada alegando que fue una "repentina racha de viento" la que provocó el incendio, lo que constituye "un hecho fortuito y ajeno a su voluntad y conducta". Sin embargo, el juez señala que la acusada, vecina del lugar, se ha dedicado durante muchos años a la ganadería junto con su difunto esposo y por tanto, "conoce el espacio circundante y el peligro objetivo de su acción".

"Sabía que era época de peligro alto y riesgo elevado, con independencia de que conociera o no la normativa vigente y de que hubiera o no leído el permiso de quema", añade el magistrado, quien subraya que la acusada ya no se dedica a la actividad ganadera por lo que "no existía la necesidad de proceder a la quema y menos aún un día de viento Sur, sin medios y sin recurrir al auxilio de terceros".

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