Sieso dice que su Gobierno "no entregó un céntimo" a GFB, pide la dimisión de Revilla y el cese de Agudo y Sota

Actualizado: viernes, 18 septiembre 2009 15:39

El diputado del PP dice que "Cantabria, en su peor momento, tiene el peor Gobierno posible"

SANTANDER, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

El diputado nacional por Cantabria y ex presidente del Gobierno regional, José Joaquín Martínez Sieso (PP), afirmó hoy que el Ejecutivo de coalición con el PRC que él encabezó "no entregó un céntimo" al proyecto GFB ni tomó "ninguna decisión de participar en el capital social de la empresa"; es más, aseguró que él, con los informes que había en 2004, "hubiese paralizado el proyecto".

Por este "colosal monumento al disparate" que en su opinión es la fábrica de Orejo, consideró que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, debería dimitir, y cesar a los consejeros de Economía y Hacienda, Ángel Agudo; de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota, y al "máximo responsable ejecutivo" de Sodercan.

En rueda de prensa, Martínez Sieso negó cualquier implicación del Gobierno que presidió en el proyecto de GFB, como afirma el actual Ejecutivo. Explicó que a finales de 2002 y 2003 se produjo la tramitación inicial de un proyecto, pero no para la fábrica de Orejo sino para Reinosa, y "no hubo ni gasto ni inversión porque estaba en periodo de análisis", explicó. "Era otro proyecto y otra época; yo, con los informes que había, hubiera paralizado el proyecto", aseguró.

Martínez Sieso se hizo eco de la respuesta parlamentaria que ofreció Revilla en junio de 2008 en la que afirmó ser "el máximo responsable" de la iniciativa de GFB, y dijo que cuando él llegó al Gobierno "no había nada y ahora hay una empresa va a abrir en tres meses". El "cambio de opinión" de Revilla al respecto y el que "trate de escabullirse de sus actos" se debe, para el 'popular', a que la fábrica "no abrió a los tres meses" y al hecho de que ahora los administradores concursales "no ven más alternativa que la liquidación".

Al respecto, subrayó que fue Revilla quien "presumió" de haber conseguido esta inversión para Cantabria, quien tomó la decisión de participar en el capital de la empresa, y quien "ignoró" las advertencias técnicas de Sodercan y Cantabria Expansión, aunque esta última advirtió de que el proyecto era "inviable". "Revilla aceptó meter 6.000 millones de pesetas sin ninguna garantía y hoy los administradores concursales barajan su desaparición", sentenció.

Por ello consideró "lógico y razonable" que "quien permitió esta hazaña, asuma esta grandísima chapuza", que quien se atribuyó "la máxima responsabilidad personal, obre en consecuencia".

De este modo, dijo, y por "respeto a los ciudadanos", Revilla debe "pedir perdón públicamente por entregar 6.000 millones de pesetas que cobró vía impuestos" y reconocer su "grave y exclusivo error" en esta operación "temeraria", instó.

DESTITUCIONES

Además, para el diputado es "inaccesible" que un Gobierno que ha "dilapidado" unos 38 millones de euros "no asuma sus responsabilidades con ceses y dimisiones de los que toman decisiones temerarias".

En opinión de Martínez Sieso, el presidente debe "destituir" a los máximos responsables de políticos de este proyecto, los consejeros de Economía y de Industria, y al de Sordecan, porque participaron en el mismo "desde el primer momento" y "han demostrado ser unos pésimos gestores del dinero de los cántabros".

Al respecto, defendió que Sota debe ser cesado porque, aunque no estuvo en el proyecto desde el principio, sí es "responsable implícitamente" del mismo ya que conocía los hechos "y ha venido manteniendo que GFB tenía futuro".

El diputado rechazó que "no se asuman y depuren responsabilidades" y que "se niegue por segunda vez la comisión parlamentaria de investigación" porque "si el Parlamento no está para investigar cuando se despilfarran millones, ¿cuándo va a investigar?", se preguntó, subrayando que en su opinión hay "razones más que suficientes" para crear la comisión.

Martínez Sieso reiteró que es "insostenible" que Revilla "no pida perdón a los ciudadanos" y que "no destituya a los ejecutores principales de la chapuza". "Lo primero es cuestión de su ética; si prefiere mentir y escabullirse de sus actos, no le van a faltar voces que lo señalen. Lo segundo, además de ética, es una cuestión política ¿tan entregado está Revilla al PSC que no puede ni cesar a los consejeros y altos cargo socialistas que han hecho perder a todos los cántabros 6.000 millones de pesetas?", se preguntó.

"Por que, cuando dentro de un mes, el Gobierno regional presente los presupuestos para 2010 ¿lo hará el mismo consejero que ha enterrado 6.000 millones en GFB? ¿Lo hará con el aval del presidente que lo permitió y ahora le otorga impunidad frente a la indignación de los ciudadanos? Son un lastre para la economía de la región", concluyó.

Además, para el 'popular', el Gobierno tiene que asumir responsabilidades tanto por "la catástrofe" de GFB como por el "beneficio social alternativo" que esos 38 millones de euros habrían podido suponer para las pymes de la región. "Este Gobierno es responsable de lo que ha hecho mal y de lo que se hubiera podido hacer mejor", sentenció.

En su opinión, no se puede hacer política industrial "desde la demagogia y el populismo de romería porque así no salen las cosas bien" y GFB es un caso "escandalosamente demostrativo" de ello. Para Martínez Sieso, con la fábrica de Orejo se ha evidenciado que Cantabria "en su peor momento, tiene el peor Gobierno posible".

FUTURO

Respecto al futuro de GFB, el 'popular' se remitió al informe de los administradores judiciales que plantean, dijo, "la práctica imposibilidad de que se retome el proyecto". Sus consideraciones, señaló, concluyen con un proyecto "fallido" y de "muy difícil" enajenación.

Martínez Siseo también se mostró poco optimista respecto a la entrada de un nuevo socio, cuestión que ve "prácticamente imposible", pues cuando se realizó el informe de 2004 ya se advertía del "riesgo" del sector. "Si lo había entonces, cuando su mercado era mucho más fácil, ahora existe un riesgo muchísimo mayor", afirmó. Además recordó que también se cuestionó el aprovisionamiento de materias primas y la maquinaria.

Por ello y porque sino "no se hubiera llegado a esto", consideró "prácticamente imposible que aparezca nadie".