Testigos de la agresión en Torrelavega vieron huir a un hombre "pequeñito", de piel morena y con gorra

La víctima recibió días antes una llamada amenazando con aplastarle la cabeza si no dejaba en paz a una chica

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Europa Press Cantabria
Actualizado: martes, 1 marzo 2011 14:51

SANTANDER, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Algunos de los testigos que se encontraban en la zona de La Lechera (Torrelavega) en agosto de 2008, cuando un joven fue golpeado en la cabeza con una barra de hierro, describen al supuesto agresor como un hombre "pequeñito", delgado, de piel muy morena, con pantalón corto y una gorra, que salió corriendo "como un gamo" tan pronto como se acercaron y dijeron que iban a llamar a la Policía.

Así lo han explicado varias de las mujeres que paseaban por la zona en el momento de los hechos, y que este martes han declarado como testigos ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, donde se juzga a O.M.R.C. y D.D.C. como supuestos responsables de la paliza que dejó al otro joven alrededor de un mes en coma y con secuelas como la pérdida total de visión en un ojo y una discapacidad del 50 por ciento.

La descripción aportada por estos testigos podría coincidir con la de uno de los acusados, O.M.R.C., que además ha reconocido que acostumbraba a llevar gorra; pero no así con la del otro, un joven más alto.

También algunas personas comentaron en su momento a la Policía que vieron por los alrededores huir a otro chico, alto y atlético, pero se negaron a prestar declaración o no fueron después localizadas para ratificar esos testimonios en el atestado.

No obstante, el repetidor de telefonía situado en la zona de Aspla, junto a La Lechera, sitúa el móvil del segundo acusado, D.D.C., en la zona el día de los hechos. El mismo repetidor sitúa también en ese área el número de teléfono con el que se llamó a la víctima para citarle en La Lechera, un teléfono que después fue incautado en el registro de la vivienda de O.M.R.C., tal como han señalado los policías que participaron en la investigación.

En esta segunda sesión del juicio han declarado varios agentes, algunos testigos y también el joven víctima de la agresión al que, en sus palabras, le han "jodido" la vida.

En su declaración, el chico, que tenía 25 años en el momento de los hechos, ha explicado que antes del día de autos había recibido una llamada en la que le amenazaron con "aplastarle" la cabeza si no dejaba en paz a una chica de Reinosa que le estaba ayudando a abrirse hueco en el mercado cántabro para la firma de productos de peluquería para la que trabajaba, una llamada en la que el interlocutor se identificó como novio de la chica.

(((Seguirá ampliación)))

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