SANTANDER 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), César Tolosa, cree que la crisis institucional "sin precedentes" por la que atraviesa el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no debe ser usarse como "excusa" para "debilitar" al autogobierno de este órgano.
Tolosa se ha expresado así en su intervención en el Foro Cantabria de la Cadena Ser, donde ha urgido a "desterrar" la "intervención partidista" en los integrantes del poder judicial, en función de "adscripciones ideológicas".
El presidente del Tribunal Superior ha admitido que el nombramiento por parte del Parlamento viene recogido en la Constitución, pero ha precisado que debería plantearse "con criterios profesionales y no partidarios".
En la misma línea, también ha reclamado que se "destierre definitivamente" lo que ha descrito como un "mandato representativo" mediante el cual los representantes actúan "en función de aquella parte que les colocó en el lugar donde están".
Tolosa ha admitido que el poder judicial se encuentra inmerso en una "crisis institucional", que ve "profunda" y de la que se tardará en recuperarse, y no sólo por la situación actual, sino por el propio proceso de modernización de la Administración de la Justicia.
Con todo, ha matizado que la crisis institucional del poder judicial no debe ser "excusa ni argumento" para "tratar de debilitar" el autogobierno del poder judicial.
Tolosa espera que no se quiera "volver a viejos esquemas" que, ha advertido, "lejos de resolver problemas", los agravan.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia ha recordado que la Constitución Española establece la "independencia e imparcialidad" del poder judicial respeto al resto de poderes del Estado. Pero ha precisado que, del mismo modo, se fija la independencia "interna" del propio poder judicial, esto es, de los jueces y magistrados que lo componen respecto de su propio órgano, en el que deben moverse "sin ningún tipo de instrucción".
A juicio de Tolosa, la "desconfianza" ciudadana "aconseja" la modificación del proceso de elección tanto del poder judicial como del Tribunal Constitucional, de los que ha recordado su condición de "órganos constitucionales".
Con todo, ha matizado que la crisis institucional del poder judicial no debe ser "excusa ni argumento" para "tratar de debilitar" el autogobierno del poder judicial.
Así, ha insistido en que el "carácter político" del poder judicial no se puede "confundir" con la "politización de la Justicia", ni con una merma en la independencia e imparcialidad de jueces y magistrados, reivindicando que la independencia del poder judicial no es un "privilegio" de los jueces, sino un "derecho" de los ciudadanos.
Tras reiterar que el poder judicial es un "órgano político", con una "naturaleza política innegable", en el sentido de que se encarga de velar por el desarrollo de la política judicial, ha explicado que lo que le preocupa es "cuando lo político es sustituido por lo partidario", y que se quiera dar una "apariencia de legitimidad" de "origen" por los partidos.