SANTANDER 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha dado la razón al Ayuntamiento de Santander frente a una comunidad de vecinos en la calle Madre Soledad que quiso vallar una finca de uso público.
Para ello, la citada comunidad pidió una licencia de obra menor, para poder efectuar el cerramiento de la finca con vallas metálicas, en una licencia que les fue concedida, ya que los términos en que se formuló hacían pensar que se pedía para cerrar una finca privada.
El procedimiento pasó por distintos recursos, tanto de otros particulares como del Ayuntamiento, pero finalmente se entiende que la obra de cerramiento afectaría a un vial de dominio y uso público, que además, precisamente por eso, había sido asfaltado, iluminado y conservado por el Consistorio.
En este sentido, el TSJC sostiene que si hubiera sido privado, estas gestiones las hubieran hecho los propietarios, y no el Ayuntamiento.