SANTANDER, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT apuesta por los empleos y los salarios de calidad como "elementos claves" en la lucha contra la violencia machista porque, a su juicio, la inserción laboral y el mantenimiento de un empleo son el instrumento fundamental para asegurar la autonomía de las víctimas y para que puedan salir de las situaciones que sufren.
Según un informe elaborado por la Secretaría de Igualdad de UGT con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer, el 25 de noviembre, aunque la inserción laboral de las mujeres que son víctimas de violencia de género "debería estar asegurada", las medidas implantadas hasta ahora en España "no están dando el resultado deseado, tal y como confirman las estadísticas oficiales".
En este sentido, y en el caso de Cantabria, destaca el pasado mes de septiembre había 5.829 mujeres víctimas de violencia de género según el último boletín del Observatorio contra la Violencia de Género, aunque este año sólo se han registrado (hasta septiembre) 4 contratos bonificados destinados a su inserción laboral y 8 contratos de interinidad para sustituirlas en caso de cese voluntario en su empleo.
En esta línea, UGT señala en nota de prensa que desde el año 2003 hasta el pasado septiembre, en Cantabria se han registrado sólo 62 contratos bonificados para emplear a mujeres víctimas de violencia de género, "escasa cuantía" que se extiende a todo el país, donde en estos 15 últimos años se han contabilizado 8.296 contratos de este tipo pese al incesante incremento de esta lacra social.
Según el informe del sindicato, en el año 2017, cuando en Cantabria se reconocía oficialmente a 4.887 mujeres víctimas de violencia de género, únicamente 318 o el 6,5% de todas ellas eran beneficiarias de alguna acción formativa o de orientación laboral estipuladas en la propia Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género desde el año 2008.
Para la Secretaría de Igualdad de UGT, "es evidente que las medidas encaminadas a la inserción socio laboral de las mujeres víctimas de violencia de género no llegan a la mayor parte de ellas y tienen un efecto muy limitado", y recalca que "sólo en el año 2016, de las 44 mujeres víctimas mortales de la violencia de género registradas oficialmente en España, apenas un 41% de ellas tenía un empleo".
Añade que aunque no existen estadísticas oficiales sobre la relación entre desempleo y violencia de género, sólo en Cantabria había el pasado mes de septiembre 256 mujeres víctimas que eran beneficiarias de la Renta Activa de Inserción, esto es, una de cada tres que percibían esta prestación por desempleo asistencial (había en total 772) en la región.
Según la secretaria de Igualdad de UGT Cantabria, Asunción Villalba, el propio Convenio del Consejo Europeo de la Prevención y Lucha contra la Violencia contra las Mujeres destaca que promover la autonomía laboral, económica y social de las mujeres es uno de los objetivos para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres, "aunque una cosa es la letra del convenio y otra bien distinta lo conseguido".
A su juicio, en España "está claro" que las estadísticas constatan que existe "una escasa repercusión" de los acuerdos de colaboración suscritos por el Gobierno con las empresas para la inserción laboral de víctimas de violencia de género.
FORMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO INVISIBILIZADAS
El informe de UGT destaca que aunque los feminicidios son la manifestación más execrable de la violencia de género, ésta también se muestra en muchas otras formas de violencia contra la mujer, desde las agresiones sexuales hasta el acoso sexual o por razón de sexo en las relaciones laborales; "y todas ellas tienen un denominador común, el escaso número de denuncias que existen por estas conductas".
En el caso del acoso sexual o por razón de sexo, existe "el problema añadido", según Villalba, de que no hay estadísticas oficiales, aunque según la Inspección de Trabajo, entre 2008 y 2015 se contabilizaron 2.484 casos de mujeres que se vieron afectadas por infracciones en esta materia, lo que supone "casi una diaria", puntualiza.
Para Villalba, "es vergonzoso" que el último Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que recoge medidas positivas, "sólo contemple aquellas contra la violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja y ni una sola relacionada con lo laboral".
Recuerda que la reciente Resolución del Parlamento Europeo para prevenir y combatir el acoso sexual y psicológico en el trabajo, en los espacios públicos o en la vida política de la UE, reconocía el pasado septiembre que "un gran número de casos de acoso sexual no llega a denunciarse por la escasa sensibilización social al respecto, el miedo al despido, la dificultad para conseguir pruebas o unos insuficientes canales de denuncia, seguimiento y protección de las víctimas".
Según datos del Consejo General del Poder Judicial, entre 2008 y 2017 sólo se han registrado 9 sentencias judiciales en España relacionadas con el acoso sexual o por razón de sexo en los centros de trabajo procedentes del Tribunal Supremo o de tribunales superiores, añade Villalba, para quien "el acoso sexual o por razón de sexo, pese a ser un problema de gran magnitud, se encuentra aún muy invisibilizado y escasamente sancionado".