UIMP.-Estefanía y Gallego-Díaz alertan de que la "banalización de los procedimientos" lleva al "suicidio" del periodismo

Consideran que hace falta "abrir las ventanas y las puertas" para que la sociedad conozca "las limitaciones" de los periodistas

Europa Press Cantabria
Actualizado: miércoles, 30 agosto 2006 20:12

SANTANDER, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director y la directora adjunta de la Escuela de Periodismo de 'El País', Joaquín Estefanía y Soledad Gallego-Díaz, alertaron hoy del "suicidio" que supone para los profesionales de los medios de comunicación la "banalización" de la "esencia del periodismo", es decir, de los procedimientos del oficio a la hora de investigar, utilizar, elaborar y presentar la información.

Esta banalización, según explicaron, puede venir de la mano de los "muchísimos problemas internos" que padece el periodismo y que "se están agudizando en las últimas épocas", como el desarrollo vertiginoso de las tecnologías de la información, la falta de formación continua, la precariedad laboral o la falta de reflexión sobre la propia profesión.

Estos asuntos están siendo analizados durante toda la semana por ambos expertos, en el curso magistral 'Los procedimientos en el periodismo' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

Según precisaron en rueda de prensa, en el curso pretenden reflexionar acerca de los males del periodismo en la actualidad, pero también "reivindicar" la importancia de la profesión, por su relación con la Democracia. "Si la Democracia es de mala calidad, el periodismo es de mala calidad y si el periodismo es de mala calidad empeora la Democracia", señalaron.

Por este motivo, y realizando una "reivindicación crítica" del oficio, que necesita "mejorar muchísimo su credibilidad", consideraron que "los ataques que se producen contra el periodismo" no están justificados.

"En realidad, lo que nos hace falta ahora a los periodistas es abrir las ventanas y las puertas y que nos vean -los ciudadanos- como somos", de manera que la sociedad conozca "cuáles son las limitaciones con las que trabajamos", las propias, las del medio, las impuestas por la falta de tiempo..., en definitiva "que vean cómo funcionamos y nos exijan lo que nos pueden exigir, ni más ni menos", manifestó Estefanía.

LA ÉTICA DE LOS PROCEDIMIENTOS

Con todo, "a veces" los periodistas pueden hacer cosas que a veces no se hacen, reconoció, aludiendo a la utilización de datos, extraídos de Internet, por ejemplo, y que se publican sin la debida verificación, una práctica contra la que "hay que extremar las alarmas".

"Con frecuencia nos olvidamos de la obligación de aplicar una serie de procedimientos que son la esencia del periodismo", y que no se llevan a cabo por "falta de diligencia" o de "exigencia" propia, tal y como precisó Gallego-Díaz.

Pero además, ambos profesionales apuntaron que hay que "mejorar muchísimo" la formación continua de los periodistas. "Los ciudadanos cada vez son más cultos y cada vez nos exigen más; se dan cuenta inmediatamente de cuándo nos equivocamos", dijo Estefanía, que explicó que la multiplicidad de temas que puede llegar a tratar un mismo periodista en un sólo día hace que se necesiten "sistemas de formación continua en los medios de comunicación que no existen".

TIEMPO PARA LA AUTOCRÍTICA

Ambos expertos sostuvieron que en las redacciones de los medios de comunicación a penas se habla sobre la profesión. "En el mundo del periodismo cada vez se habla menos del periodismo; hablamos de tantísimas cosas que no tenemos tiempo para hablar de periodismo", cosa que "sólo" se hace "cuando llegan momentos de crisis", como el actual, cuando "hay un problema de credibilidad importante".

Todo ello, agravado por el hecho de que los periodistas forman parte de "un colectivo completamente desestructurado". "No funcionamos como colectivo ni siquiera a la hora de criticarnos" y "una parte de los problemas que nos aquejan tienen que ver no sólo con la precarización del trabajo, sino también con la relación que tenemos que establecer con los propietarios de los medios de comunicación".

"No somos una profesión, ni siquiera somos un colectivo", aseguró Estefanía, para quien ha habido momentos en los que los periodistas tenían que "haber participado como colectivo" y no lo han hecho, "como cuando hace un par de años un ministro arrojó una moneda de euro a una periodista, en una conferencia de prensa, porque le preguntó por una cosa que no le pareció bien" y sus compañeros de otros medios "no fueron capaces de levantarse de esa conferencia de prensa y dejarle sólo o de no volver a hablar con él hasta que pidiese perdón por lo que había hecho".

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