UIMP.- Manuel Vicent: "La literatura es siempre producto de la putrefacción, ya sea de sentimientos, memorias o sueños"

Actualizado: lunes, 3 julio 2006 20:08

Dice que el periodismo es el género literario del siglo XXI, pero lamenta que "cualquier idiota" tiene poder de "expansión planetaria"

SANTANDER, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El escritor y periodista Manuel Vicent piensa que la memoria se convierte en "materia literaria" cuando pasa el tiempo y llega un punto en que se "confunde con la imaginación". De ahí que asegure que "la literatura es siempre producto de la putrefacción", ya sea de "sentimientos, memorias o sueños" y fruto también de la "frustración".

"Los grandes libros de amor los ha escrito normalmente gente que no lo ha conocido", destacó el autor en un encuentro con los periodistas con motivo de su participación esta semana en los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde imparte además el encuentro 'El autor y su obra'.

Según dijo, no recuerda en su vida haber trabajado "tanto" como lo hará esta semana, en la que, a lo largo de cuatro días, deberá hacer ante sus alumnos un "acto de humildad increíble" para hablarles sobre su vida y sus experiencias, a pesar del "pudor" que le produce hablar de sí mismo.

El hablar ante los alumnos le genera una "sensación" similar a la de ir al psicólogo, con la diferencia de que aquí está sentado en una silla y con un micrófono delante. De esta forma va "soltando y liberando" cosas y cree que al final de la semana, no sólo le servirá de "cura de humildad", sino que además se sorprenderá de lo que sabe de sí mismo.

Así como algunos autores interpretan el escribir también como un modo de terapia o un psicólogo, Vicent cree en cambio que se escribe "o bien para no suicidarse o por puro narcisismo". En el caso del primer motivo, cree que la escritura no funciona porque "lo único" que sirve para no suicidarse es "ser coleccionista de algo", ya que mientras no completas la colección no te suicidas.

En su caso, ahora dice no coleccionar nada, aunque de niño coleccionaba cromos de fútbol y "jamás" logró hacerse con el de Gaínza. Además, aseguró no haber tenido tiempo ni motivos para suicidarse y consideró que los escritores se suicidan "aquel día que empiezan a repetirse".

Sobre la memoria y la actual apuesta por recuperarla, señaló que todo aquello que suponga "resucitar a los muertos está muy bien", pero debe hacerse desde un enfoque "cultural, social y moral, pero no político".

PERIODISMO

En lo que se refiere a la situación actual del periodismo, cree que los medios de comunicación se han "apropiado" de tal forma de la sociedad y del mundo en general, que estás al tanto de lo que suceda en cualquier punto como si pasara en tu "comedor", y las "desgracias se diluyen con tu sopa". Esa amplitud que caracteriza al periodismo de hoy hace que en él se pueda encontrar "lo mejor y lo peor".

En este sentido, lamentó que en estos momentos "cualquier idiota con un micrófono, una cámara o un bolígrafo tiene un poder de expansión planetaria".

En cualquier caso, subrayó que el periodismo es "el género literario de la mitad del siglo XX" y lo será también del siglo XXI. En su opinión, así como para conocer la vida en el siglo XIX hay que leer a Dickens o Balzac, en el futuro, quien quiera conocer cómo somos hoy, deberá acudir a los periódicos.

PROYECTOS

Finalmente, preguntado por los proyectos en los que trabaja explicó que prepara una novela para el próximo año y, mientras tanto, para las navidades publicará un libro en el que habla de lo que ha comido, con quién y dónde. Según dijo, no se trata de un libro de cocina, porque él no es cocinero, gastrónomo ni gourmet.

Sobre estos asuntos, aseveró que las comidas no son en sí mismas "pesadas ni dan acidez", sino que se debe a "algunos comensales". De este modo, al igual que unas orejas de cerdo te pueden sentar bien en una buena compañía, "una tortilla con perejil" te puede "romper el estómago" porque el acompañante era "infumable".