Los valles interiores concentran sólo el 13% de la población de Cantabria y siguen perdiendo habitantes

Pueblo del interior de los valles del interior de Cantabria
Pueblo del interior de los valles del interior de Cantabria - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 11 julio 2019 18:59

SANTANDER, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El área costera de Cantabria, que agrupa a 49 municipios, concentra el 87,1% de la población regional y sigue ganando habitantes, mientras en los 53 municipios que conforman los valles interiores tan sólo reside el 12,9% de los cántabros y continúan perdiendo población.

Además, los valles interiores tienen menor densidad de población, una edad media más elevada, una mayor tasa de envejecimiento y un índice de dependencia más alto.

Son datos del 'Padrón municipal de habitantes. Cantabria 2018', publicado hoy por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), que indica que mientras la densidad de población en el área costera alcanza los 314,3 habitantes por kilómetro cuadrado, en la zona interior es únicamente de 20,5 habitantes.

La concentración de población en el área de costa ha aumentado de manera ininterrumpida
desde el año 2000, consecuencia del mayor dinamismo de algunos polos urbanos de la
región como Cartes, Castro Urdiales, Piélagos, Camargo, El Astillero o Santa Cruz de Bezana. Además, se ha incrementado este desequilibrio territorial a 1 de enero de 2018, pues la población del área ha aumentado un 0,1%.

En el municipio de Santander, su Arco Metropolitano y área de influencia urbana se concentra más de la mitad de la población de la región, un 53%.

Por su parte, el área más poblada de los valles interiores es Campoo y los Valles del Sur con 18.137 habitantes, el 3,1% del total regional, consecuencia de incluir el conjunto urbano de Reinosa y Campoo de Enmedio.

EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN

Desde el año 2000 hasta 2012 el área costera experimentó un crecimiento positivo constante, si bien a partir de ese año la población fue decreciendo hasta el presente año en el que se revierte la tendencia y la población ha vuelto a crecer.

Por su parte, los valles interiores, a excepción del periodo 2007-2009, pierden población de manera continuada.

Los que más han crecido en términos poblacionales son los espacios urbanos localizados en la costa, mientras que las zonas rurales son las que más han caído.

Desde el año 2000, en la costa se han registrado un total de 55.484 nuevos vecinos,
que se han distribuido de manera desigual por el territorio y en el tiempo. Las zonas que
más han crecido son el área de influencia urbana de Santander, con 23.689 personas, única zona que ha crecido de manera ininterrumpida, y la Costera Oriental con 20.921. Las que
menos son el municipio de Santander, que ha perdido en este mismo periodo 12.220 habitantes, y la Costera Occidental, que ha descendido en 708 habitantes.

Los mayores crecimientos se han dado hasta 2008, pero, desde el 1 de enero de 2009, se han ido reduciendo hasta arrojar cifras negativas durante cinco años. En el último, la tendencia ha cambiado y el área ha ganado 531 habitantes.

En cuanto a los valles interiores, su saldo entre el 1 de enero de 2000 y el 1 de
enero de 2019 es negativo en 6.414 personas, siendo la zona del Saja la única que creció, con un aumento total de 1.407 vecinos.

En el lado contrario, las zonas que pierden habitantes son la de Campoo y Los Valles del
Sur (-3.637), Pas-Miera (-1.064), Nansa (-768), Liébana (-667), zona del Valle alto y medio
Besaya (-832), Asón (-413), y zona del Pas-Pisueña (-413).

Consecuencia de esta desigualdad demográfica entre las dos grandes áreas, sus estructuras por sexo y edad son dispares. En la costera predominan las mujeres, 51,9% del total, mientras que en los valles interiores el número de hombres supera al de mujeres en 1.491,

Por edades, las dos áreas presentan rasgos estructurales similares, marcadas por un
claro dominio de la población adulta, a la que siguen los grupos de edades más avanzadas y caracterizadas por un menor peso de la población joven, aunque los resultados de la costa siempre son más positivos que los del interior.

En cuanto a la edad media de la población, en el área costera los residentes son más jóvenes que la media de Cantabria, 44,3 años frente a los 44,8 de la comunidad autónoma, mientras en los valles interiores la edad media sube hasta los 47,8 años.

La tasa de envejecimiento del área costera es del 20,8%, más baja que la media regional
(21,5%), mientras que en los valles interiores la proporción de mayores de 64 años es muy superior, un 26,1% de media, siendo la zona con un mayor envejecimiento la del Nansa donde
por cada 100 residentes 35 tienen 65 años o más.

Comparando los grupos dependientes con el de adultos, el área de los valles interiores tiene una mayor proporción de esta población que la costera, 59% y 52,9% respectivamente. Estos altos valores del índice de dependencia del interior son consecuencia del gran número de personas mayores de 64 años y no del de niños y jóvenes.

La proporción de nacidos en Cantabria respecto al total de residentes es muy alta, aunque los valores más elevados están en los valles, un 84,2% frente al 73,7% de la costa.

Por nacionalidades, de los extranjeros que viven en Cantabria (30.658) el 92,5% (28.356)
lo hacen en el área costera y el 7,5% restante (2.302) en los valles interiores, predominando en ambos casos los de nacionalidad europea seguida de americana.

POR TERRITORIO

La población de Cantabria se distribuye de forma desigual en el territorio, de modo que en cinco municipios de los 102 (Piélagos, Camargo, Castro Urdiales, Torrelavega y Santander), todos ellos de más de 20.000 habitantes, se concentra el 53,6% de los residentes de la región. Solo en el de Santander reside el 29,7% del total regional.

En el resto de municipios urbanos, con un tamaño comprendido entre los 10.000 y
20.000 habitantes (El Astillero, Santa Cruz de Bezana, Laredo, Santoña y Los Corrales de Buelna), reside algo más del 11% de la población. El 14% vive en municipios de entre 5.000 y
10.000 residentes y el 12,9% lo hace en alguno de los 25 municipios que tienen entre
2.000 y 5.000 habitantes.

En los 56 municipios restantes, con menos de 2.000 habitantes y considerados rurales, tan sólo reside el 8,5% del total poblacional, lo que indica una alta fragmentación territorial.