Un 17% de los contratos firmados C-LM durante 2005 correspondieron a extranjeros, de los cuales el 93% fueron temporales

TOLEDO, 15 Oct. (EUROPA PRESS)

Un estudio de las Cámaras de Comercio indica que el 17% de los contratos firmados en Castilla-La Mancha durante 2005 correspondieron a trabajadores extranjeros, de los cuales el 93,6% fueron de carácter temporal, al tiempo que desvela que el peso de la inmigración en la población y el empleo se ha duplicado durante los últimos tres años en la región.

Así lo indica el Informe Económico Anual 2005 elaborado por la red de Cámaras de Comercio de España, al que tuvo acceso Europa Press, y que comienza explicando que Castilla-La Mancha acoge a algo más del 3% de los inmigrantes residentes en España, con 115.223 personas.

Argumenta que esta cifra, si bien queda muy lejos de las que ostentan las grandes receptoras de inmigrantes --como Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana o Andalucía--, ya ha adquirido una notable importancia dentro de la región, donde el colectivo inmigrante ya supone el 6,1% de la población y el 8,5% del empleo regional.

Con todo, el estudio destaca que el peso de la inmigración en la población y en el empleo se ha más que duplicado durante los últimos tres años en Castilla-La Mancha. De hecho, explica que se ha incrementado a mayor ritmo que en España, lo que ha supuesto un acercamiento de las proporciones castellano-manchegas a las medias españolas.

RASGOS DIFERENCIALES

También considera llamativo el hecho de que todos los rasgos diferenciales de la población inmigrante respecto a la española se presenten acentuados en Castilla-La Mancha con respecto al promedio nacional.

Así, detalla que la mayor proporción de varones (56,5%), el peso mayoritario de las personas en edad de trabajar (84,3%), el escaso porcentaje de inmigrantes mayores de 64 años (1,2%) y el predominio de los países no comunitarios como origen de la inmigración (94,7%) son más patentes en esta autonomía.

Explica que la juventud de los inmigrantes (30,1 años de edad media), así como razones naturales, explican sus elevadas tasas de natalidad (24,3%) y fecundidad (73,8%), su reducida mortalidad (1,1%) y, en consecuencia, su alto crecimiento vegetativo (23,3%).

Sobre su origen, el informe señala que los inmigrantes que residen en Castilla-La Mancha proceden mayoritariamente de Rumania, Marruecos, Ecuador y Colombia, concentrando estos cuatro países más de las dos terceras partes de la inmigración regional. Por el contrario, destaca el reducido peso relativo de los ciudadanos comunitarios en la región en comparación con la media española (5,3% y 20,8%, respectivamente).

La colonia de rumanos es la más importante, con una proporción superior al 30% sobre la población inmigrante de la región, lo que supone que en Castilla-La Mancha viven el 10,9% de los rumanos residentes en España.

MERCADO DE TRABAJO

En cuanto al mercado de trabajo el informe revela que en 2005 el 17% de los contratos firmados correspondieron a trabajadores extranjeros, lo que muestra la importancia que está adquiriendo este colectivo en el mercado de trabajo regional. Asimismo, el 93,6% de los contratos firmados por inmigrantes fueron temporales, cifra sólo ligeramente superior a la de los inmigrantes del resto de España (91,4%).

Agrega que el porcentaje de trabajadores por cuenta propia es muy reducido entre la población inmigrante, poniendo como ejemplo que tan sólo el 3,8% de los inmigrantes residentes en Castilla-La Mancha afiliados a la Seguridad Social lo están en el Régimen de Autónomos (un 8,6% los inmigrantes del conjunto de España, un 19,2% el total de trabajadores castellano-manchegos y un 16,3% el total de españoles).

Por sectores, el informe indica que son los servicios los que absorben la mayor parte de la mano de obra inmigrante en la autonomía (35,8%), aunque respecto a los inmigrantes de otras regiones y a los trabajadores autóctonos este porcentaje es comparativamente bajo (54,4% y 57,2%, respectivamente).

Sin embargo, concluye afirmando que existe una presencia relativamente muy elevada de inmigrantes en la agricultura (24,3%) y en la construcción (30,1%). Por ocupación, remarca que las proporciones de trabajadores inmigrantes cualificados (50,5%) y no cualificados están muy equilibradas (49,5%), siendo mayor la cualificación de los trabajadores españoles (64,7%).