TOLEDO, 21 Feb. (EUROPA PRESS)
La mujer acusada de un delito de homicidio en grado de tentativa en la persona de su marido ocurrido en Villafranca de los Caballeros (Toledo) en enero de 2005, aseguró hoy que la herida de la que tuvo que ser intervenido su cónyuge tras ser apuñalado se la hicieron en una pelea posterior a la discusión que ambos protagonizaron en el domicilio familiar.
Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo, la acusada, identificada como L.A., de nacionalidad marroquí --al igual que su marido, con el que se lleva quince años de diferencia--, reconoció la existencia de una pelea con su marido pero insistió en que ella ni lo apuñaló ni lo intentó matar.
Casada con la víctima desde el 2001 y con un hijo en común, explicó que fue su pareja quien el día 18 de enero le pegó en la cara por negarse a descuartizar un conejo que había matado, la agarró del cuello con la mano izquierda y le intentó clavar un cuchillo que tenía las iniciales del hombre y que ella no cogió porque, según sus costumbres, "sólo lo pueden utilizar los hombres".
Reconoció que tenía problemas en su matrimonio pero dijo desconocer que su marido había pedido una orden de alejamiento de ella --a la que posteriormente renunció-- porque le tenía miedo, preguntándose cómo podía denunciarla por las mañanas y acostarse por las noches con ella. Al respecto, señaló que ella nunca le maltrató, aunque él, que era alcohólico y no buscaba trabajo, sí lo hizo.
A preguntas de las partes, la acusada --en prisión desde que ocurrieron los hechos-- precisó que era la esposa número 13 de su marido y ahora representaba un obstáculo en el matrimonio porque "venía la nueva mujer" del hombre.
"MIEDO PORQUE GRITA Y CHILLA".
Por su parte, el marido, identificado como S.H.Z., indicó que su mujer le maltrató durante cuatro años y que él sólo quería "separarse de ella". Además, precisó que tenía miedo de su cónyuge porque "grita, pega y chilla".
Indicó que su mujer --primera esposa que tenía, según confirmó-- era "mala" con él, porque no le dejaba salir al pueblo o irse de fiesta, y porque algunos días no salía de la cama "y yo lo hago todo y ella no hace nada".
Declaró que el día de los hechos fue ella la que cogió el cuchillo y le dijo "voy a matarte", pinchándole de frente en el abdomen. Desde allí se fue en bicicleta hasta la casa de su hermana y luego al Centro de Salud de Villafranca, desde donde fueron trasladados en ambulancia hasta el Hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde él fue intervenido quirúrgicamente.
Durante la vista oral también declaró la hermana del hombre, que confirmó que su hermano llegó a su domicilio sobre las 12.00 horas de ese día e inmediatamente se fueron al Centro de Salud, que está a cinco minutos de su casa, y confirmó que en la relación de su hermano con su cuñada ha habido problemas desde siempre.
Los forenses que atendieron al acusado confirmaron la existencia de una herida de dos centímetros en la parte baja derecha del abdomen del hombre que, de no haber sido operada, podría haber supuesto un riesgo potencial de muerte, fundamentalmente por la pérdida de sangre.
Por su parte, los dos guardias civiles que acudieron al Hospital de Alcázar al ser alertados del ingreso de la víctima por apuñalamiento confirmaron que había un vigilante de seguridad en la puerta de su habitación que había puesto el hospital "porque tenía miedo de que viniera su esposa".
NUEVE AÑOS DE PRISIÓN.
El Ministerio Público, que pide nueve años de prisión para la acusada y que retiró la solicitud de responsabilidad civil tras renunciar a ella el hombre, consideró acreditado que la mujer ha cometido un delito de homicidio en grado de tentativa como demuestran los partes de asistencia y sanidad. Además, indicó que si la mujer era el obstáculo en esa relación "no se entiende que sea él el que esté a punto de morir".
Por su parte, la defensa resaltó la "falta de coherencia, concreción y veracidad" del acusado, y argumentó que el único móvil del marido, que actúa con el objetivo de que la mujer "desaparezca de su vida", es la venganza. En este sentido, pidió la absolución de su patrocinada y, alternativamente, un delito de lesiones con la eximente de legítima defensa.
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