Acusado de intentar agredir sexualmente a empleada en Escalona (Toledo) dice que ella consintió y no opuso resistencia

Actualizado: miércoles, 19 abril 2006 17:36

El Fiscal pide cinco años de prisión para el imputado y la acusación particular eleva a 20 años su petición de pena

TOLEDO, 19 Abr. (EUROPA PRESS)

Francisco V.R., acusado de intentar agredir sexualmente a una trabajadora en la localidad de Escalona (Toledo), el 19 de febrero de 2002, aseguró hoy que la joven, de 22 años, no opuso resistencia, que no forcejó cuando inició los tocamientos y que por ello entendió que la relación era consentida.

Durante la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Toledo, el imputado señaló que los hechos ocurrieron en un almacén de su propiedad al que se dirigió con la chica para desmontar y trasladar unas estanterías y unos botes de pintura hasta la ferretería que regentaba en el municipio.

Reconoció que, en un determinado momento, empezaron a tocarse y acariciarse aunque "ahí lo dejamos". Posteriormente, mientras la joven se encontraba en el baño lavándose las manos, explicó que allí prosiguieron los tocamientos, aunque sin penetración, acto que no consumó al no lograr una erección completa. Entonces ella le invitó a dejarlo y se marchó a su casa porque se encontraba mal debido a una bajada de azúcar.

El imputado aseveró que este la relación "especial" que mantenía con la empleada venía "desde hacía más atrás", y declaró que la joven "quería nada más que hablar de cosas de sexo y erotismo para aprender" pues, según le había comentado, "le venía bien para saber más en la vida".

Francisco V.R. relató que, con anterioridad a los hechos, había habido tocamientos entre ambos, como cuando ella le mostró en una ocasión unos bultos que le salían en los pechos cuando menstruaba o cuando le enseñó una biopsia que le habían realizado cerca de la vagina.

Subrayó, preguntado por las lesiones que presentaba la víctima en las muñecas, que a causa del trabajo que realizaban en la ferretería muchas veces se hacían "arañazos", e indicó que cerró con llave el almacén donde ocurrieron los hechos para que no les molestaran mientras trabajaban matizando que abrir desde dentro es "fácil".

BLANCA Y DESENCAJADA.

Tras la declaración de la víctima, que se produjo a puerta cerrada, la hermana de la chica relató que cuando esta llegó a su casa iba "despeinada, desencajada y blanca" y le comentó que Francisco V.R., la había intentado violar, momento en el que llamó a sus padres, que vivían en Fuenlabrada (Madrid) para avisarles de lo sucedido.

Este punto fue confirmado por el padre de la víctima, quien explicó que, al llegar a Escalona, se fueron al centro médico, de ahí al forense de Toledo y posteriormente al cuartel de la Guardia Civil, pasando por la ferretería del acusado --al que reconoció haber increpado-- para recoger el móvil y el monedero de su hija, a la que encontró "como loca" y presa de un ataque de nervios.

Finalmente, los peritos confirmaron que la joven presentaba el día de los hechos un "leve enrojecimiento" en la piel del tórax y tres erosiones "tipo arañazos" recientes pero superficiales en la muñeca, aunque no encontraron lesiones en los genitales de la joven cuando "lo normal es que pudiera haber habido alguna lesión" de haberse producido la agresión.

"ATAQUE INOPINADO Y SORPRESIVO".

En su alegato final, el Ministerio Público vio "plenamente acreditada" la existencia de una relación sexual que no llegó a consumarse porque el imputado no logró mantener la erección, aunque rechazó que la víctima hubiera dado su consentimiento ya que la joven se defendió y chilló para que desistiera.

Además, afirmó que el acusado, que realizó un "ataque inopinado y sorpresivo" tenía el "control absoluto" sobre la situación con las llaves del almacén que "convirtió en una ratonera donde tenía acorralada a la víctima".

Por su parte, el letrado de la acusación particular --que tiene una ferretería frente al almacén del acusado, como este puntualizó en varias ocasiones-- insistió en que la penetración no llegó a consumarse por la actitud de la víctima, de cuya "fragilidad y debilidad física" se aprovechó con su superioridad.

Finalmente, la defensa, destacó las muchas contradicciones de la declaración de la chica, frente a las declaraciones firmes del acusado.

A su juicio, su patrocinado tenía "elementos objetivos para considerar que su subjetividad era consentida" debido a la actitud de la joven, preguntándose cuáles son los motivos por los que la chica acabó denunciando al acusado si él no presentaba ninguna lesión y ella tampoco, lo que indica que la relación fue consentida.

El Ministerio Fiscal solicita cinco años de prisión para Francisco V.R., por un delito de agresión sexual en grado de tentativa, mientras la acusación particular pide 14 años por un delito consumado de agresión sexual y seis años por el intento de agresión sexual.