Cañizares rechaza la exposición fotográfica de José Antonio Montoya y dice que nunca Extremadura ha sido "más humillada"

Actualizado: jueves, 15 marzo 2007 15:30

TOLEDO, 15 Mar. (EUROPA PRESS)

El cardenal arzobispo de Toledo, Primado de España y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Antonio Cañizares Llovera, se refirió hoy a las fotos "blasfemas" expuestas en una exposición fotográfica de 2003 de José Antonio Montoya en Badajoz y publicadas en un catálogo patrocinado por un organismo de la Junta extremeña, diciendo que nunca Extremadura ha sido "más humillada".

Cañizares hizo estas manifestaciones durante la toma de posesión del nuevo deán, Juan Sánchez, en la Catedral Primada explicó que estas fotografías están en casi todas las bocas y medios de comunicación durante los últimos días".

"Nunca, en los últimos tiempos, nuestra querida, noble y cristiana Extremadura, tan amante de la Virgen de Guadalupe, ha sido más humillada; porque nunca la Virgen, que todo extremeño lleva tan dentro de sí, ha sido de ese modo ultrajada", puntualizó.

Asimismo, continuó diciendo que "nunca, en los últimos tiempos, España entera ha sufrido un ataque más en el corazón de sus sentimientos religiosos: la fe en Cristo, su amor a la Santísima Virgen María; no en balde es denominada Tierra de María".

Pero, más aún, aseguró Cañizares, "no conozco un escarnio mayor ni mayor ultraje últimamente perpetrado contra las realidades más santas de la fe de la Iglesia, salvo el pisotear el Cuerpo de Cristo, que estas fotos blasfemas, prologadas por un representante del pueblo extremeño y del pueblo español en el catálogo mencionado".

Así, apuntó que no "sólo se han herido sentimientos religiosos, tan del corazón de la mayoría de extremeños y de los españoles, de los cristianos, sino que se han denigrado hasta lo más bajo y soez las realidades más santas, más fundamentales, de la fe de la Iglesia, como es nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre, la Virgen María".

Además, el cardenal arzobispo de Toledo señaló que "se han dañado y herido con gravedad extrema derechos tan fundamentales como el de la libertad religiosa y de conciencia, garantizados por la misma Constitución. Se ha vulnerado el respeto que las realidades santas y sagradas merecen por sí mismas y se ha humillado a quienes profesan la fe cristiana y apoyan su vida en ellas. No se busquen excusas, que no las hay; no se busquen edulcorantes, que esto es muy amargo".