Casi tres de cada diez castellano-manchegos tienen riesgo de sufrir pobreza, por encima de la media nacional

Gente en la calle
CEDIDA
Actualizado: sábado, 22 octubre 2011 21:02

TOLEDO, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Casi tres de cada diez castellano-manchegos (27,85) tienen riesgo de sufrir pobreza, tal y como revela el la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), una tasa que se sitúa por encima de la media nacional, que se establece en dos de cada diez personas (20,7%).

Dicho informe, al que ha tenido acceso Europa Press, también apunta que los ingresos netos anuales medios por persona en Castilla-La Mancha en 2009 fueron de 8.565 euros, también por debajo de la media nacional, que se sitúa en 9.337.

Asimismo, la encuesta devela que cuatro de cada diez castellano-manchegos admiten que no se pueden permitir ir de vacaciones al menos una semana al año, que tres de cada diez no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos, y que el 5,7 por ciento de los ciudadanos de la región tiene retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal.

UMBRAL DE LA POBREZA

Así se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), que desvelaba que el 21,8% de los residentes en España vive por debajo del umbral de riesgo de pobreza, lo que supone un punto porcentual más que hace un año.

Los menores de 16 años son los que presentan mayor riesgo de encontrarse en situación de pobreza, en una proporción del 26,5%, frente al 23,3% de 2009.

Por otro lado, si se tiene en cuenta en el cálculo el valor de la vivienda en la que reside el hogar, cuando ésta es de su propiedad o la tiene cedida gratuitamente, la tasa se reduce del 21,8% al 18,2%.

Otros de los resultados de la encuesta señalan que el ingreso medio neto anual por hogar, con datos de 2010, ascendió a 24.890 euros en 2010, un 4,4% menos que el año anterior, mientras que por persona alcanzó los 9.371 euros, lo que supone una disminución del 3,8%. En el mismo año, el IPC se situó en el 3%, lo que evidencia una pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias.