Los cazadores acusados de tentativa de homicidio contra un policía local de Alcázar niegan esa intención

Actualizado: miércoles, 2 diciembre 2009 18:31

CIUDAD REAL, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los tres cazadores acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa contra un policía local de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) negaron hoy que tuvieran la intención de matar al agente y que dispararan contra él con un arma propiedad del policía.

El juicio por este caso, cuyos hechos ocurrieron el 24 de junio de 2003, se inició hoy en la Audiencia Provincial y en el mismo, el fiscal pide siete años de cárcel para cada uno de los cazadores, mientras que las defensas piden su libre absolución.

En esta primera sesión, también declaró la supuesta víctima, que dio una versión totalmente contraria de lo acontecido y que reconoció que tuvo miedo a morir y que fue agredido por los tres procesados.

Los hechos sucedieron sobre las 21.25 horas cuando el agente vio como un perro galgo se acercaba a él mientras se encontraba en un coto entre Arenales de San Gregorio y Cinco Casas, animal que subió a su coche después de comprobar, según dijo, que no había nadie en los alrededores y que quería entregar en una protectora de animales o otra institución.

Según añadió, poco después, ya en el coche, sintió como era perseguido por otro vehículo que llegó a darle en la parte de atrás e inició una huida hasta llegar a una estación de servicio en Alameda de Cervera.

Allí, explicó, sin dejarle bajar del coche, fue rodeado por los tres hombres, que le empezaron a golpear, pudiendo esgrimir, en un momento dado, un 'spray' lacrimógeno, momento que aprovechó para llevar una carabina deportiva que portaba en el vehículo a la tienda de la gasolinera, para evitar problemas mayores, y pedir ayuda.

Al salir otra vez, comentó, fue de nuevo agredido y quedó al descubierto una pistola que llevaba en el pantalón, arma que, según puntualizó, no esgrimió en ningún momento y que le fue quitada por los cazadores, que, señaló, dispararon contra él, aunque las balas no salieron porque, en su opinión, la pistola no estaba montada.

Por su parte, los acusados reseñaron que nunca agredieron a la presunta víctima, que su única intención era recuperar su perro, que el policía se negaba a devolverles, y que nunca dispararon contra él, ya que lo único que hicieron fue quitarle la pistola para evitar que les disparara a ellos.

Según explicaron, durante el altercado, el hombre les insultó, haciendo referencia a su etnia gitana con comentarios injuriosos y uno de ellos indicó que el hombre pedía que no le denunciaran como prueba de que su versión era la más cercana a la realidad.