EL REAL DE SAN VICENTE (TOLEDO), 19 Feb. (EUROPA PRESS)
Varios cientos de personas despidieron hoy en El Real de San Vicente (Toledo) a cuatro de sus vecinos, que el pasado fin de semana fallecieron de forma trágica en la localidad. Unas 500 personas abarrotaron la Iglesia de Santa Catalina del pequeño municipio toledano, donde se celebró el funeral de Gregorio R.R., su mujer J.C.I., su madre, S.R.A. y su hijo, D.R.C., 27 años, los tres últimos presuntamente muertos a manos del primero.
La misa funeral, oficiada por el cardenal y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, y concelebrada por el párroco de El Real y el vicario episcopal de Talavera de la Reina (Toledo), Felipe García Díaz-Guerra, comenzó pasadas las 1.30 horas y finalizó casi una hora después.
Aunque estaba previsto que los funerales comenzasen sobre las 12.00 horas, se retrasaron después de que por orden judicial se volvió a repetir la autopsia al cuerpo de Gregorio, para comprobar la existencia de restos de estupefacientes.
Muchos vecinos de El Real de San Vicente que se quedaron fuera de la iglesia por falta de espacio continuaron mostrando su "consternación" e "incredulidad" por lo sucedido e insistieron en que Gregorio R.R. --que después matar a tres miembros de su familia, murió tras arrojarse por un balcón-- era una persona "muy cariñosa, honrada y bastante responsable".
En declaraciones a los medios, los habitantes de El Real de San Vicente, lamentaban lo sucedido y repetían que el presunto parricida había estado cuidando de su familia enferma muchísimos años por lo que "no pudo aguantar la presión diaria" y "no resistió más".
Tras el funeral, los cuerpos de estos cuatro realeños fueron conducidos hasta el cementerio municipal, donde se procedió a su entierro.
Los hechos sucedieron en la madrugada del pasado sábado, cuando Gregorio R.R., de 59 años, mató, presuntamente, a su mujer, su madre y un hijo en El Real de San Vicente, desplazándose posteriormente hasta un domicilio de Talavera de la Reina (Toledo) donde vivían otras dos hijas, a las que hirió gravemente con un hacha, falleciendo después tras arrojarse por una ventana.
La dos jóvenes heridas continúan hospitalizadas, una, de 22 años, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde se encuentra en situación clínica estable dentro de la gravedad y su hermana, de 25 años, en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, en observación.