TOLEDO, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CSI.F de Castilla-La Mancha no va a secundar la convocatoria de huelga del día 29 de marzo, en la que ven una "connotación política y electoral" por las elecciones andaluzas, aunque no hará campaña en contra de la misma, e incluso ha advertido de que no le "temblará el pulso" a la hora de adoptar medidas de presión si el Gobierno central decide hacer "otro recorte" en la función pública.
En rueda de prensa, el presidente autonómico del sector de Administración General del sindicato, Roberto Rincón, y el secretario autonómico de Acción Sindical, Ramón Caballero Klin, han mostrado su oposición a la actual reforma laboral pero han considerado más oportuno agotar las vías de negociación que están abiertas durante su trámite parlamentario.
El sindicato, a nivel nacional, ha mantenido reuniones con PP, PSOE e Izquierda Unida para presentar sus propuestas, relacionadas con la seguridad jurídica del personal laboral del Estado, las autonomías y las entidades locales o la posibilidad de que puedan producirse Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en la función pública, donde aplicar la iniciativa de los tres meses de pérdidas supondría una "tergiversación pervertida de la ley".
Además, según ha explicado Klin, el sindicato aún estando "radicalmente en contra de la reforma laboral" no quiere hacer "seguidismo" ni dejarse influir por otros sindicatos, y ha recordado al respecto que ni apoyó la huelga que se convocó contra el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ni ahora lo harán con la convocada contra Mariano Rajoy.
EL SENTIR DE LA GENTE
No obstante, CSI.F es consciente de que la última "imposición" de la Unión Europea a España sobre el límite del déficit "va a incidir negativamente en la economía española" y el presidente español debería "haberse plantado y negado" a aceptar el nuevo recorte que, en cualquier caso, el sindicato espera que no influya en la función pública.
El sindicato, que ha insistido en agotar todas las vías de negociación "al máximo", recoge con su postura el "sentir de la gente" a la que representa, que está "convencida de que un día de huelga no tiene los efectos que buscan" los sindicatos convocantes y que no está dispuesta a asumir una nueva "penalización" en sus salarios con una nueva convocatoria de huelga.
Rincón, que ha aclarado que el hecho de que el sindicato no secunde la huelga no significa que el personal del sindicato no tenga "plena libertad para hacer lo que quiera" el día 29 de marzo, también ha considerado conveniente esperar a ver cómo se elaboran los Presupuestos Generales del Estado para ver qué credibilidad tiene el Ejecutivo central.
