La Defensora del Pueblo defiende tanto la libertad artística de Leo Bassi como la de opinión del arzobispo de Toledo

Dice que la 'Guía para Chicas' es plenamente constitucional pero entiende el derecho de los padres a defender educación de sus hijos

Europa Press Castilla-La Mancha
Actualizado: martes, 21 marzo 2006 19:33

TOLEDO, 21 Mar. (EUROPA PRESS)

La Defensora del Pueblo en Castilla-La Mancha, Henar Merino, defendió hoy, en declaraciones a Europa Press, tanto la libertad "artística y de expresión" del cómico italiano Leo Bassi con su espectáculo 'La revelación' como el derecho de opinión del arzobispo de Toledo y cardenal electo, monseñor Antonio Cañizares, para promulgar en su homilía que la obra atenta contra principios católicos. También, preguntada por la 'Guía para Chicas', aseguro que ésta es plenamente constitucional, pero reconoció el derecho de los padres a defender el tipo de educación moral y religiosa que quieren para sus hijos.

Merino se refirió a ambos casos, si bien especificó que en las dos cuestiones su institución solo puede pronunciarse sobre la forma y no el contenido, y que solo en el caso de la publicación de la Guía, la Oficina de la Defensora del Pueblo ha recibido quejas al respecto.

Así, sobre la publicación del Instituto de la Mujer, reconoció la libertad o el derecho de los padres a educar en la moral y en la religión que decidan para sus hijos, pero aseguró que en las quejas que le han planteado sobre la posible vulneración del artículo 17 de la Constitución --que recoge este precepto--, no ha visto, tampoco en el caso de Leo Bassi, vulneración alguna.

Relató que en nuestro actual Estado de Derecho se reconocen en el mismo Título I de la Carta Magna libertades como la de expresión, la de autor, la de opinión o incluso "la de humor", junto con la conciencia individual y colectiva, y las "distintas valoraciones que desde la fe y religión puedan hacerse", dos preceptos que es necesario "compaginar o hacer compatibles".

La Defensora del Pueblo precisó que a la plataforma que le planteó el problema de la 'Guía para Chicas', en el caso concreto de uno de los fascículos sobre relaciones sexuales, le dijo que no puede emitir una opinión general, porque "en sí misma" la publicación "no tiene nada inconstitucional porque emite una opinión diciendo que para formar en la libertad sexual será bueno explicarlo de una determinada manera", por lo que es "perfectamente factible, constitucional y válida".

No obstante, dijo entender que algunos padres critiquen esa publicación entendiendo que no les parece el método más correcto de pedagogía, porque "su idea de la libertad sexual es otra, con otros límites diferentes a los de la publicación, lo que es también es perfectamente válido".

SOLO PUEDE ANALIZAR EL USO.

Por ello, dijo que en lo único en lo que su institución puede entrar es en el uso determinado que hace la Administración de esa publicación: "si está bien dirigida, a dónde va dirigida, qué controles tiene, y si lo conocen los consejos escolares". De hecho, dijo que en este último caso, la comunidad educativa "parece que no conocía", siendo sin embargo difundida y distribuida.

"Si esto afecta o no a la moral de alguien, solo pueden dirimirlo los tribunales cuando se presenten las pruebas y la opinión de los padres al respecto de lo que afecte a la educación de sus hijos en una determinada fe. Si se hubiera puesto en práctica, yo les debería pedir opinión para poder hacer un juicio de valor, pero como no se ha conculcado, no me pueden hacer planteamientos sobre una hipótesis futurible", explicó.

En el caso del polémico espectáculo de Leo Bassi, la Defensora del Pueblo se mostró convencida de que cualquier espectáculo teatral y artístico puede ser de "mayor o menor agrado, o hacerse con mayor o menor sensibilidad", a no ser que afecte a los "derechos irrenunciables" de una sociedad democrática siendo "xenófobo" o poniendo en duda "el derecho a la vida, la existencia y la dignidad del ser humano".

"Pero hacer --dijo-- uso de una religión o fe para hacer ironía, puede no gustar, pero no es un espectáculo impuesto, generalizable, que se imponga de tal manera que sea visto por quien no quiere ser visto, y si eso no se ha dado, entiendo que hay libertad artística y libertad de opinión. Al igual que entiendo que el arzobispo de Toledo opine que no le guste y diga que los católicos no deben ir a verlo, porque ridiculiza a su religión, desde su punto de vista.

En opinión de Henar Merino, hay que mantener esos dos preceptos constitucionales porque la Carta Magna "hace compatible casi todo" salvo los derechos irrenunciables mencionados, "que no pueden ser atentados por ninguna libertad de opinión ni de expresión". "Pero ni un espectáculo ni una homilía es inconstitucional", concluyó.

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